Empieza a funcionar la solidaridad social, las preocupaciones por las personas mayores en soledad, hacia las familias sin sueldos y sin trabajo su problemas se multiplica, hacia los desahuciados de la vida que viven en la calle, hacia las personas de riesgo por sus pocas defensas de todo tipo.
Todos hemos cambiado ya, muchos todavía no lo saben, pero ya hemos cambiado. Incluso seguiremos cambiando pues las facturas van a ser muchas y muy variadas de color. Los pelillos que todo este problema va a dejar en nuestras formas globalizadas de entendernos, van a ser muchas y afectarán a toda esa sociedad que vivimos quejándonos sin saber de qué ni por quien.
Tal vez aprendamos a elegir mejor, a valorar lo mejor sobre lo bueno, a volver más a la humanidad básica, a la cercana, a la que podemos tocar. No lo sé, pero de entrada todo es hoy un poco más lleno de niebla matinal. Me asomo a la ventana y veo eso, niebla gris que todo lo cubre. Pero sé que saldrá el sol.