Hay una tendencia clara de simplificar mensajes, de unir al exceso de ítem que recibimos con información de todo tipo la supresión del tiempo de atención a los mismos. Ya no queremos textos largos sino titulares, simplificación del mensaje. Y por eso también nos gustan las redes sociales con poco texto, las imágenes fáciles y que nos hagan reír un unos segundo y los vídeos de caídas. Todo consumo rápido.
Ya se está trabajando en plataformas de televisión, con series de un mçaximo de 20 minutos de duración. Pero la plataforma Quibi que se estrena en los EEUU en abril ya está trabajando en programa televisivos para los teléfonos móviles de 10 minutos solo y como máximo. No se trata de hacer películas o programas densos, para consumir sentados en el sofá, sino para verlos en el Metro o bus, entre trayectos.
Como se han llamado los de Quibi (Bocados Rápidos) se busca el consumo de la “puntita” del poco y punto. Del saborear y dejarte con la miel en los labios. La simplificación se impone y con ella la facilidad para colar más asuntos manipuladores pues no da tiempo a reflexionar. La tabla del cinco si, pero las del 7 ya no que es más complicada.