Todos los niños quieren aprender y quieren además aprender mucho y muy rápido. Y es cuando le pretendemos enseñar aquello que él no le interesa es cuando ceja de preguntar, de interesarse por aprender. El niño deja de aprender cuando no le sabemos enseñar.
Y además cada niño tiene unas inquietudes distintas, unas velocidades diferentes, unas ganas por unos u otros temas que van cambiando incluso por minutos según edad.
Y si lo sabemos… ¿porqué nos empeñamos en enseñarles en el tiempo en que no toca asuntos que no le interesan, y que seguro le interesarán en otro momento de su vida?
¿Es correcta la planificación de materias que hacemos los padres y el sistema educativo con los hijos y los niños? ¿Deben aprender a leer, escribir, contar cuando los adultos queramos y hayamos indicado en una hoja de trabajo o cuando ellos sientan que les apetece y les interesa?
No es verdad eso que a veces se dice de que si les dejamos sin presionar, no desearían nunca aprender nada. Nunca tendrían momento para aprender a leer, a escribir o dibujar.
¿Quién falla cuando hay Fracaso Escolar, el alumno, los profesores, los padres o el Sistema de Enseñanza? Sólo sabiendo qué falla sabremos encontrar la solución, rectificando.