¿Qué futuro nos espera? ¿Sabremos construirlo?

Con la pandemia llevándose a 230.000 (declarados) habitantes de este planeta en dos meses, nos hemos visto débiles ante una realidad natural y no esperada pero también ante una realidad provocada por nosotros mismos, aunque no la aceptemos. Pero esta crisis no es la única posible que nos podría llevar a la desaparición como especie o a una crisis repetida o de un tamaño mucho mayor.

Esta vez ha sido un virus, uno de los miles que circulan entre la naturaleza pero este con un poder de contagio brutal. Pero cada uno de ellos puede actuar de una forma totalmente diferente. Este ha afectado a los más mayores colapsando el sistema respiratorio en algunos casos donde el propio ser humano se intenta defender de forma brutal y por ello se complica la solución.

Pero tenemos sobre la realidad un número de armas atómicas almacenadas que podrían destrozar el Planeta. ¿Para qué, por quién? Pero estamos amenazados ante un cambio climático con una posible subida de la altura de los mares. Esto llevaría la pérdida de hábitat o de tipos de animales y plantas y el desplazamiento hacia otras zonas de muchos de ellos.

Pero todos los ejércitos tienen cuarteles para la guerra bacteriológica o química. España la tenía ya en 1975. Un arma mundial que nadie controla excepto con tratados en papel que no obligan a cerrar los estudios sobre este tipo de armas.

¿Alguien se imagina un arma que bloqueara germinar los cereales, las hortalizas? ¿Alguien ha pensado que hay mentes enfermas capaces de estudiar virus capaces de provocar, de lograr que se reste la fertilidad entre animales, sean domésticos, salvajes o personas? Esto ya existe para los animales.

¿Y sería posible bloquear las redes de datos de todo el mundo? Incluidas como es lógico los sistemas internos de máquinas, sean en hospitales o en aviones, en tanques o en ordenadores personales.

¿Y si cambia la composición química de la atmósfera por la acción de no sabemos quién o qué? pero el factor de violencia puede multiplicarse con un terrorismo descontrolado incluso alimentado desde ideas religiosas nuevas que pudieran provocar catástrofes.

Lo curioso es que en el año 1973 ya se analizaban estos asuntos desde obras como “El shock del Futuro” que no era una novela sino de nuestra capacidad para provocar futuros más o menos en positivo o en negativo. ¿Y seguimos siendo tan tontos como para no evitar todas estas posibilidades de problemas? ¿Cuántos pobres es capaz de asumir la sociedad sin explotar? ¿Cuántos desempleados? ¿De dónde se saca el dinero para prestaciones si no es de la imprenta?


¿Qué puede contagiar un rico a un pobre? Pues eso

El genio de El Roto nos entrega cada día en El País pequeños trozos de realidad incluso contenida. En tiempos de pandemia también hay que entender que no deben juntarse mucho los ricos con los pobres, no vayan a contagiarse. ¿Pero quién se contagia y de qué?

¿Dónde se esconde esto que escribo ahora?

Escribir es un vicio gratuito maravillosamente útil pues te vacía la cabeza de pajaricos locos. Si estás pensando sobre lo divino, vas al papel y lo escribes y así te quedas como nuevo ya listo para ponerte a pensar en otro tema. 

Luego lo que has escrito lo puedes guardar o lo puedes tirar. Daría igual, si acaso por el tamaño que ocupa. 

Todo ocupa, incluso lo digital, las palabras escribas sobre la pantalla del ordenador. ¿Dónde se encuentra este párrafo? Quiero decir, que sí, en el ordenador, en el disco duro, pero… ¿dónde? ¿junto a qué? 

Podría estar en la zona de fotografías, o en la de documentos políticos, o junto a un programa de crucigramas. No lo sé. Si estuviera escrito en papel lo sabría, incluso podría cambiarlo de sitio. Así se coloca donde quiere y se va cambiando de sitio según lo escribo o lo modifico. 

Incluso tengo la duda de si la palabra “cambiando” está junto a “de sitio” pues tal vez por curiosidades de los bits cada uno esté en una parte del disco duro. Nosotros las vemos juntas “cambiando de sitio” pero podrían estar separadas. 

Incluso las “a” ocupando espacio junto a una foto de Oporto. Me voy a dormir, que me estoy volviendo loco.

¿Por qué las librerías no son de Primera Necesidad?

Hay que abrir con urgencia las librerías, antes que los bares en esta nueva situación de confinamiento y cierre total de todos los comercios que no sean de primera necesidad. ¿Por qué las librerías no son de Primera Necesidad? 

En estas siete semanas de confinamiento las gentes de bien, las que leen y se escapan a mundos inventados ente letras… se han leído hasta los clásicos. Urge abrir las librerías para que compremos nuevos libros. 

Urge saber también qué tipo de libros comprará la gente tras el confinamiento, qué les pedirá el cuerpo leer para un verano de calor, siesta y nada de vacaciones. 

¿Hacia dónde queremos llevar nuestro ocio tras el drama de la pandemia? ¿O haremos como que nada ha existido, olvidando a los muertos en los cementerios? Hay que seguir leyendo en papel para que se puedan tocar los párrafos y oler los satinados y los barnices de las portadas. El digital es tan moderno que todavía no huele a verdad. 

Hace un siglo también se vendía por Correos como vemos en la imagen superior, no nos tiene que asustar Amazón y sus repartidores, excepto si no lo sabemos hacer bien. No depende tanto de internet como de los libreros de verdad, los de profesión que deben saber cuidar a sus clientes. 

¿O ya se nos ha olvidado que ser librero es una profesión mucho más compleja que vender libros? Es que me da la sensación de que hemos querido perder la profesionalidad en muchos trabajos, atrapados por esa globalización que no da miedo y sobre la que no hemos querido defendernos bien.

¿Todo lo que parece más barato y cómodo es más barato y cómodo en el medio plazo?

Externalizar es muy bueno para demostrar que somos inútiles

Sabemos que externalizar es siempre peligroso en todas las empresas pues no se puede controlar de igual manera la calidad, e incluso normalmente el precio final sale más caro si se externaliza hacia empresas cercanas que tienen que ganar un margen comercial. Eso era antes. Ahora ya no. Ahora externalizar se ha tornado MUY peligroso y además muy barato. Excepto que salga MUY caro.

Empezamos a externalizar a proveedores cercanos para dar más servicios que no sabíamos dar, y luego nos dimos cuenta en las empresas malas que era posible externalizar a países cercanos, y encargábamos todo lo que producíamos pues había países que producían MUY barato.

Externalizamos el trabajo y creábamos con ello desempleados, personas cercanas que no podían consumir pero tampoco trabajar. Y nos creíamos que eso era bueno. Más beneficios a corto plazo, sin darnos cuenta del peligro.

Ahora un virus nos ha mostrado el error. No tenemos forma de defender nuestra salud pública cuando más lo necesitamos pues no tenemos ni máquinas, ni profesionales, ni materiales que sirvan para defendernos de la enfermedad. Nos vamos a morir mucho más baratos que nunca, aunque el precio de la muerte también la estemos subiendo mucho, pues el negocio hay que mantenerlo por encima de todo. 

La viñeta es de El Roto en El País. La tristeza que produce es todos los españoles, que ya casi todos nosotros tenemos algún fallecido cercano. 

Simplemente NO. Lo siento, así no. Mucho ruido para nada

Lo dijo claramente Forges, lo explicó con pocas palabras. ¡Así no! Que cada barco aguante sus velas, nosotros como ciudadanos tenemos que sopesar que lo primero es la calma y lo segundo la autodefensa. Pero de entrada, sabiendo que el virus mata, que ya se nos han muerto conocidos y estamos viendo claramente los errores que producen sufrimiento, solo nos queda decir ¡¡NO!!

No perdáis el tiempo espiándome. Soy de los normales

Yo hace varios años que sé y lo tengo comprobado, que se me espía desde países curiosos, desde ordenadores extraños, en todo lo que escribo, mucho más en blog donde hablo de sociedad y muy poco en los que hablo de Arte. 

Lo admito, lo asumo, sé que esto varía según épocas, que hay días que me llegan más de mil visitas desde un lugar curioso y que es una revisión clara de todas mis entradas para ver qué escribo. 

Pero entre eso y que te lo hagan en estos momentos desde tu propio país, con ganicas de ver si estás criticando al Gobierno, pues no sé… va un largo camino. 

Yo creía que aquellos tiempos de la Transición ya se habían pasado, y que en aquellos años cuando nos veíamos con algunos policías en la calle en las tardes de manifestación, nos saludábamos para que si fuera el caso, las hostias fuesen menos fuertes, y poco más. Pero ahora mira… yo creía que ya no estábamos en esa pantalla del juego democrático.

No es lo mismo que un humorista te diga que te estamos vigilando, a que te lo diga un General vestido de General. 

Y eso es curioso que no lo entienda un Gobierno de izquierdas. 

Sin duda en mi propio partido político la parte de la Comunicación ha sido siempre un pequeño problema que sabemos complejo de gestionar, pero ahora es cuando mejor lo estoy viendo, con los errores de preescolar en Comunicación Política ante la Crisis. 

Y lo curioso es que hay libros escritos al respecto. ¡¡Joder, leerlos!!

Como curioso es que ahora se estén planteando que hablar muchas veces y mucho tiempo para no decir nada es CONTRAPRODUCENTE como ya decía hace varias semanas ese señor muy mayor, casi como yo, que se llama Felipe González

Comunicar es saber transmitir, pero sobre todo TENER algo importante que transmitir.

Pues eso…, que saludo desde esta página a los que me espían, que no se preocupen mucho pues yo intento ser “normal” en mis críticas y que no pierdan mucho el tiempo conmigo, que ya me espían desde Ucrania y desde Israel y que con eso, pues no sé… igual es suficiente.

Julio Puente Mateo (ajovín)

¿Qué grado de seguridad queremos tener a costa de perder libertad?

Hoy podría ser un día primaveral de paseo por los parques de nuestras ciudades, pero sigue siendo un día de confinamiento, de dolor por los fallecidos. ¿Hemos sabido diseñar las ciudades para evitar estos dramas? Pues a toro pasado sabemos que no, pero sobre todo lo que no hemos sabido es diseñar comportamientos humanos que pudieran evitar en lo posible contagios masivos. 

La distancia entre personas es dinero, y para rentabilizar muchos negocios hemos diseñado durante siglos el meter cuanta más gente en menos espacio mejor, para rentabilizar todo.

Ya los romanos metían a 30.000 personas en un anfiteatro para crean ambiente y optimizar recursos, pero eso podía suponer otros peligros. ¿Qué hacemos ahora? Es curioso que tengamos que elegir entre seguridad y economía, y que parezca entre la mayoría que la elección sencilla y lógica sea la salud. ¿De verdad?

Vamos a ir un poco más lejos en esas decisiones. Si en el Teatro Principal de Zaragoza cabían antes de la crisis 1.100 personas, con la decisión parece que inevitable de poner espectadores una fila si y otro no, y con una butaca al menos vacía entre espectadores, supone que su capacidad sería de unos 265 personas. O ponemos las entradas a cuatro veces su precio anterior o no será rentable hacer espectáculos o logramos que todo el mundo del teatro cobre una cuarta parte de su sueldo, incluidos los acomodadores.

Esto mismos sucederá en los autobuses de línea, en los trenes, aviones, museos, cines, fútbol, restaurantes o bares de tapas, por poner algunos ejemplos. Algo imposible o en caso de tener que subir los precios cuatro veces para lograr su rentabilidad, solo al alcance de muy pocas personas.

¿Salud o Economía? Pues igual hay que analizar todo un poco más y analizar qué estamos dispuestos a perder, a costa de tener más seguridad. 

Ya no podremos acudir a la consulta del médico esperando a que nos atienda, eso es ilógico. ¿Esperar media hora entre otros enfermos sin saber qué problema de salud tienen?

Ya no veremos igual que nos sirvan una cerveza de caña en el vaso que otros clientes han utilizado para beber. ¿Tenía razón MacDonald cuando daba vasos de cartón de un solo uso? ¿Y en un restaurante nos tendremos que llevar nosotros la copa si queremos gastarnos 15 euros en una botella de vino para evitar que nos la sirvan en vasos de cartón?

Pero vamos un poco más lejos. ¿Se aprobarán manifestaciones o se utilizará la excusa perfecta de que juntar a más de cinco personas es muy peligroso?

Ir a misa si, pues normalmente hay espacio vacío, pero quedarán suprimidas las conferencias, las presentaciones, las Ferias, las Fiestas Locales, las discotecas, los Parques Temáticos. ¿Qué grado de seguridad queremos tener a costa de perder libertad?



Alemania, EEUU Portugal o Soria ¿Qué tienen en común ante el virus?

Si hay algo que deberemos estudiar en el futuro es ya con los números finales y “casi” correctos saber los motivos por los que la pandemia ha afectado tan diferentemente a Portugal, España, Italia o Alemania (a Murcia o a Soria). El caso de Soria por cercanía y por miles de familias sorianas asentadas en Aragón como aragoneses totales, es un caso que deberíamos analizar bien. ¿La edad avanzada de sus habitantes?  ¿Y porqué en Palencia no se repiten esos parámetros? ¿Tal vez en Soria un Sistema de Atención Primaria menos ágil?

De esos datos bien analizados y a ser posible sin presencia de ninguno de los cuatro países se tienen que sacar conclusiones que nos sirvan para el futuro. 

Los modelos de respuesta han sido diferente, los modelos de país o de sociedad, del tipo de Sanidad o de sus economías, de sus reconstrucciones futuras también serán bien diferentes. 

Hay que entender que el drama de la pandemia no termina con el recuento de fallecidos por la enfermedad propiamente dicha, sino que debe continuar muchos meses más, tras acabado el proceso más doloroso. 

¿A quién afectará peor la reconstrucción social y económica? ¿Cuántas personas fallecerán en el futuro de forma indirecta por la presión del coronavirus? ¿Cómo van a afectar los cambios inevitables en la economía de cada país, para adaptarse a las defensas básicas que pudieran venir en el futuro?

Cuando visitas los EEUU y estás unas semanas entre ellos si vienes de España, una de las cosas que te llaman poderosamente la atención es su sistema de salud. Observas que aquello además de sumamente injusto y muy diferente al de España, es terriblemente peligroso si hay un drama. 

Siempre me dijeron que ante una guerra los EEUU se adapta con suma urgencia ante su propia Sanidad siempre privada o asistencial, para garantizar los servicios básicos. 

Pero recorriendo barrios pobres enormes, observas que cuando quiera llegar allí la sanidad, antes habrán tenido que morir muchos estadounidenses. Son otras culturas y otras economías, incluso los EEUU no es New York sino mucho más complejo que nos deslumbra a Europa a través de su ciudad símbolo, pero que dentro hay una sociedad no nos costaría mucho entender. 

Por eso es importante estudiar también los comportamientos sociales de los EEUU y Alemania, para copiar, es decir, para copiar y para no caer en la trampa de olvidarnos de lo que NO SE DEBE HACER.

¿Militares informando de las decisiones del Gobierno?

Ya hace varias semanas que puse objeciones a la presencia de tres militares entre cinco asistentes a las Ruedas de Prensa que informaban a todos los españoles de la marcha del drama del coronavirus y en su momento me dieron en el cogote incluso algunos miembros cercanos al Gobierno de Aragón. 

Yo no entendía qué hacen generales vestidos de generales… informando sobre los trabajos de las Fuerzas de Orden Público que hacen como es su obligación para la sociedad. Me tengo que imaginar que hacen lo que les indican que hagan los responsables civiles de su trabajo. Mi bisabuelo era Guardia Civil y sé un poco de lo que digo.

Es como si los miembros que son médicos salieran con las batas blancas o los jueces con la toga. No. 

Y sabemos que eso es mucho más sencillo de decir por gente de mi edad, los 60 para arriba, pues sabemos bien que los militares, generales todos ellos, deben hacer su trabajo para la sociedad como esa misma sociedad les ha enseñado a hacerlo. Con calma y obediencia, y nada de salir a airear sus trabajos. Ellos están muy orgullosos de lo que hacen, casi siempre en silencio.

Un General no es un político, y que el Gobierno se escude entre técnicos y entre ellos sacando a los militares a las ruedas de prensa para responder preguntas de los periodistas, suena como poco a feo. A poco práctico, incluso a curioso por no decir peligroso. 

Así que los errores de estas personas son lógicos pues no les han enseñado a decir lo que hay que decir, sino a mandar lo que hay que mandar. Algo parecido sucede con las declaraciones en su momento de una Ministra diciendo que los militares se encontraba cadáveres en la camas de las Residencias de ancianos. Hay que medir mejor lo que se dice.

Ahora leo que parece ser que es posible, que a lo mejor… la Moncloa decida suprimir de su presencia a los Generales lo cual estoy seguro ellos agradecerán. 

Se lo recordaré a la persona que me decía hace semanas que me la cogía con papel de fumar. Es lo lógico, pues no estamos en guerra. Creo. E incluso si estuviéramos, para dirigirse a la sociedad civil deba dar la cara un civil. Y trabajar cuando más militares mejor en todas las tareas que tengan que hacer, sean de la Guardia civil, de la Policía o del Ejército del Aire.

Las decisiones las toman los políticos. Si aciertan se les aplaude y si se equivocan hay que intentar comprender lo difícil que es tomar decisiones en algunos momentos. Pero escudarse detrás de técnicos, que son los que parece que ahora toman las decisiones, es de…, ¡uff!, está mal. 

Un político debe tener un gran equipo, más ahora pues no debe saber de todo. Pero las decisiones finales son suyas, del político. NUNCA se deben tomar decisiones por lo que diga un sólo técnico, pues hay muchos técnicos de distintas ramas pudiendo opinar. 

¿Sólo Sanidad debe opinar, no lo deben hacer economistas, sociólogos, psicólogos, incluso filósofos o arquitectos sociales? Pues la suma de todos ellos es el resultado final que debe aglutinar el político para tomar SU decisión. No son los técnicos, sino los técnicos elegidos por el propio político. Y por eso la responsabilidad SIEMPRE debe ser del político y no debe mentar a los técnicos, pues ya se entiende que cuenta con ellos, con los que quiera contar. Con los que decide contar.

Julio Puente Mateo (en tiempos de bulos lo mejor es dar la cara)

Ante la pandemia, responsables todos nosotros. Zaragoza también

Hay una cierta deriva de lanzar toda la culpa y responsabilidad de la actual situación de pandemia en España hacia los actuales gobernantes que formaron Gobierno un mes antes de tener que decidir implantar el Estado de Alarma. No ya 90 días, sino 40 fueron necesarios para que sin haber podido nombrar a todo su equipo les explotara el Covid-19 entre las manos. A ellos y a todos nosotros, lo sé.

Pero voy más lejos. Tampoco es un problema únicamente de los gobiernos anteriores, pues todos nosotros debemos admitir que somos corresponsables de todo lo que nos está sucediendo. ¿Queremos evitar en el futuro repeticiones de esta situación?

Desde permitir y fotografiar como "simpático" esos mercados de animales que advertían desde hace al menos una década que los virus se pasaban desde los animales a los seres humanos y que producían muertos, hasta esa globalización débil y equivocada (hay varios tipos de globalizaciones) que lograba transportar las producciones de productos de defensa básica a mercados alejados e imposible de controlar o de acceder a ellos a poco que se estornudara en el mundo.

Todos (muchos) hemos callado cuando hace unos años —por poner un ejemplo— se salía defender la Sanidad Pública de calidad, nos encontrábamos en las puertas de los Centros de Salud no más de 8 a 10 personas de un total de 35.000 afectados. Siempre los mismos. 

Nos mirábamos y nos preguntábamos si no estábamos equivocados por insistir en algo que no entendía la sociedad. Ahora ya tenemos la respuesta.

No dudo de que el actual Gobierno lo podría haber hecho mejor, pero no podría haber evitado el drama pues este tiene muchas aristas, algunas con décadas de errores que se iban sumando. ¿Somos como ciudad menos capaces y menos ricos que por ejemplo New York? Pues allí también está atacando y más brutalmente que en Zaragoza. 

Tal vez el exceso de tamaño urbano en poco espacio ayude a defendernos peor, y los ejemplos de Madrid o Barcelona nos sirven.

Tal vez si la Sanidad Pública hubiera tenido más personal y más almacén, mejores técnicos superiores en cargos de responsabilidad, más respeto y atención política, nos hubiera ido mejor o al menos con una defensa más rápida ante el problema. Pero eso no se ha desmontado en un mes ni en dos años, es un problema que arrastramos desde hace más de una década.

Hemos hablado muchas veces sobre la equivocada economía productiva en España, capaz de moverse siempre con un mercado laboral nefasto, sin preparación suficiente, sin valor añadido comparable con otros países de Europa, teniendo al turismo como motor y exportando menos de lo que se debía. 

España es fabricantes de personas desempleadas y nos hemos movido en mercados de color negro de un tamaño excesivo. Eso hace que la pobreza sea brutal cuando vengan crisis duras. Nuestro mercado industrial de grandes empresas es muy pequeño, mientras tenemos sobredimensionada el de profesionales autónomos y el de micro empresas.

Y en todo esto, lo repito, todos nosotros somos corresponsables, por acción u omisión, por silencios o por entrar en los juegos del vivir al día y poco más. 

¿No vemos dónde están trabajando la mayoría de técnicos o investigadores españoles que entrevistan estos días en los diversos programas de televisión? No los tertulianos, sinos los científicos de prestigio. Sí. La mayoría fuera de España. Pero su formación universitaria la hemos pagado entre todos nosotros. Incluso la enfermería se nos iban.

La autodefensa es fundamental, y en ella intervienen muchos más aspectos que criticar en redes insultando a quien gestiona. Quien crea hacerlo mejor que lo intente. Es tanta la debilidad actual que no es nada complicado ascender, excepto que se pongan burros los que tienen sillón, para no perderlo, no para demostrar que son mejores.

El virus nos va venciendo en el tiempo y en el espacio

La capacidad de adaptación del ser humano es fabulosa, somos moldeables, resilientes sin saberlo para adaptarnos con rapidez e incluso para olvidar lo negativo y seguir conservando lo positivo. Ante el Covid-19 sabremos ser resistentes lo que no quiere decir que no nos deje huellas, cambios, reformas mentales y sociales.

Esta capacidad de adaptación al medio que nos ha brindado la vida durante muchos siglos y que nos permite mejorar constantemente, es fabulosa para tiempos de crisis como esta III Guerra Mundial sin enemigos con los que pactar. 

Un puto bicho que no vemos nos puede doblegar, pero sin duda seremos nosotros con nuestras formas de vida los que habremos perdido y facilitado la derrota.

Y de entender todo esto se ocupa bien la sociología, la inteligencia emocional, la psicología social, el humanismo y la filosofía más antigua. Tenemos que tirar de todos estos conocimientos, de sus palabras y enseñanzas, para entender lo que nos va a suceder, nos guste o no.

Yo en un principio —y creo que lo comenté aquí en alguna entrada ya vieja— había planteado que si todo este confinamiento duraba un mes saldríamos de él sin casi heridas, si acaso recuerdos. 

Que si el confinamiento por el coronavirus duraba dos meses el tema ya sería mayor y dejaría claramente heridas que habría que saldar con estudios profundos de comportamiento humano. 

Y que si la situación por culpa del Covid-19 no volvía a la normalidad antes de los tres meses y por ello deberíamos entender que había supuesto una pandemia mundial, la crisis de Sistema estaba lanzada y que sin duda estábamos viviendo un momento histórico importante, de los que cambian incluso Era.

Así que nos toca imaginarnos el futuro en clave de cambios que aunque creemos en un principio que no serán tantos, sin duda lo serán y modificaran profundamente hábitos y formas sociales, económicas e incluso urbanas y de relación entre personas.

Por una economía con menos ceros y más abrazos

El Roto en el diario El País se vuelve a preguntar acertadamente dónde estamos y qué debemos hacer.   ¿Reconstruir la economía tras la pandemia? Seamos sinceros, seamos serios sobre todo…, de reconstruir nada de nada. 

Hay que hacer una nueva economía para las personas, más humana, con menos engaños, con menos dinero y con más valor. Con menos ceros y más abrazos.

Escribir es una maravillosa terapia gratuita

Es tiempo de escribir, de sacar las ideas del cajón de la cabeza y mostrártelas a ti mismo, envueltas en letras y papel. Bueno, seamos sinceros, lo de menos es el papel, ahora se estila escribir en digital y luego ya iremos viendo. El confinamiento nos ha brindado tiempos muertos, que se pueden utilizar de muchas y variadas maneras. Lo importante sería que algunas de ellas se nos quedaran más tiempo, aunque te voy a decir un secreto que tú… que ya sabes. Esto va a durar varios meses más, posiblemente no tan duro como ahora.

Escribir está bien, pero no aspires a nada más antes de ponerte a escribir. Escribir porque te gusta escribir, por pensar y modelar situaciones, paisajes, escenas, personajes, ideas. Escribir es un complemento maravilloso a leer. Y al revés. Si te gusta una cosa lo normal es que te guste la otra. Se complementan.

Y no intentes escribir para premios, e incluso tampoco para publicar, aunque nunca ha sido tan sencillo publicar… o mejor dicho autopublicar, como en estos tiempos en que en digital te pueden hacer libros con tu pdf por poco dinero. Eso sí, maquetado ya, pero todos tenemos amigos que nos pueden ayudar en esa tarea.

Un Diario sirve, ahora están de moda otra vez, pero intenta que sea un Diario distinto a un día tras otro día, revisa ideas de otros, lee algunos ejemplos, adapta a tu forma de entender el día a día la escritura diaria de pensamientos o reseñas, o recopilaciones, o fotografías con textos. Las posibilidades son muchas más de las que te imaginas ahora, simplemente busca y rebusca, copia sin copiar y lee. Y eso si… escribe. Es incluso una excelente terapia.

Los bulos solo se evitan con verdad de la buena

Son y serán decenas los cambios necesarios en nuestra sociedad para salir de este problema derivado de la pandemia y para construir una sociedad capaz de saber defenderse mucho mejor. Pero quiero antes de nada advertir a los que nos adjetivan despectivamente a los que opinamos del Coronavirus: “Entrenadores del lunes” con una realidad triste, dolorosa y fácil para responder a los que les gustaría controlar todo tipo de información.

Ellos, los que quieren que no se opine y trabajar decidiendo desde distintas opciones gubernamentales o de gestión, ellos: fueron LOS PRIMEROS entrenadores del lunes, pues ni vieron venir la gravedad del momento, ni supieron tomar decisiones antes de jugar el partido social del drama que empezó como una enfermedad y de momento ya es una gran crisis de la sociedad. Se tomaron decisiones parciales, lentas, tarde, y sin material de defensa sanitaria.

Es tiempos —al menos en España, pero también en todo el mundo— de muchos cambios, hay que ir preparándose con urgencia pero con dedicación e inteligencia social

No es asumible lo que ha sucedido en las Residencias de ancianos. Tampoco es asumible los distintos criterios de pollo sin cabeza en asuntos tan fáciles y peligrosos como el número de fallecidos, la falta de material de defensa sanitaria, o sobre la Educación en todas sus edades.

No será asumible continuar con el elevadísimo número de denuncias por saltarse el Estado de Alarma que no siempre se ajustan a Derecho, como tampoco lo tendrá para el futuro unos planteamientos de confinamiento como los actuales, para los que hay que elaborar un Libro Blanco claramente complejo pero distinto.

Y sobre todo debemos recuperar la credibilidad de España entre los españoles y ante el mundo. Se ha jugado excesivamente con lo números, con las declaraciones, con los bulos y mentiras, pero desde múltiples ópticas, que son inasumibles en periodos de Paz y en el siglo XXI donde es muy complejo mentir sin que se detecte. Y mentir no es solo decir lo contrario a la verdad, también es manipular la verdad, callar algunas verdades, creer que la sociedad es un conjunto de personas infantiles.

La única manera de evitar BULOS es simplemente hacer creíble al que transmite la verdad.

Un virus nos puede ganar, mientras nosotros nos dejamos perder

Acabo de venir de comprar de un supermercado muy valenciano. No había ido desde el confinamiento, estuvimos creo que el último día de libertad. Y he salido tocado. Faltan muchos productos, aquello ya no era lo de siempre, no era una tienda “de verdad” sino algo que refleja la guerra sin nombre, sin frutas ni verduras, sin jamón o algunos embutidos, sin carne de cerdo o de pollo. Sin pollos asados y sin muchos tipos de cerveza. Sin pipas de calabaza o algunos cafés de los que compro. Esa imagen hay que evitarla como sea. Es urgente para la moral de lucha.

Es una tienda muy grande y nueva en la Zaragoza que cumple con respeto todo lo que siempre se le dice, han sido las 5 de la tarde. Ha sido una pena envuelta en pensamientos agoreros. 

Es posible que la semana pasada de confinamiento industrial necesario haya hecho este roto de suministros, pero no quiero pensar qué sucedería si en vez de una semana fuera un mes. Algo muy gordo nos está desbordando y no se nos explica bien. 

En varias ocasiones el Gobierno se niega a responder sobre posibles enfermos ya curados que han vuelto a recaer sin tener —como con otros virus— una inmunidad adquirida. Sabemos que esto en Corea del Sur parece que podría haber pasado también. Pueden ser fallos puntuales de ALTA sin curacióon total, por eso la información es fundamental para evitar bulos.

Seguimos sin conocer el número real o incluso aproximado de fallecidos que podría ser más del doble del que se dice como oficial al no sumar los fallecidos simplemente con síntomas. Sin estadística real no se pueden elaborar análisis de soluciones, caminos de salida. Pero creo que eso no lo entienden igual todos. Ayer estuve en un entierro en Martorell, de una persona que vivía en Residencia de ancianos y falleció por no poder respirar. No la hemos visto y nos imaginamos que la caja que enterramos iba con ella dentro. No había flores, velatorio, cura. Ella había ido a todos los funerales de la familia, de sus vecinos y vecinas. Estuvimos tres personas de la familia.

La bronca política de hoy en el “mini” Congreso de los Diputados para evitar contagios ha sido un mal presagio. ¿Qué nos quedará de lo que era España tras esta debacle en forma de virus?

Los transgénicos maravillosos para los niños y los insectos

Es posible que ustedes no sepan bien qué son los transgénicos, esas cositas que han venido para quedarse y que nos hacen la vida más feliz, más bondadosa y simpática. Aunque la mayoría no los entendamos así, pues somos unos desconfiados. 

El genial Quino nos da una pequeña lección de lo que son los transgénicos y de lo maravillosos que son para la alimentación de los niños.

Si quieren leer el texto hagan clic, pero no merece la pena, son solo verdades.

Nos falta empatía social. Pero no hay remedio

Somos un poco brutos con la sociedad que nos rodea, en en estos tiempos de crisis, de coronavirus brutal y enfermizo se nos nota más todo esto. Nos falta empatía, ese punto de inteligencia social que nos debería llevar a ponernos en el lugar del otro. ahora con las prohibiciones los peores no son los policías sino nosotros mismos que si nos dieran gorra y porra se iban a enterar estos vecinos. No aprenderemos a comportarnos con suavidad, pues los errores no son los del vecinos que sale a pasar excesivas veces con su perro pues se agobia en casa, sino de los que no supieron detectar la enfermedad antes de que fuera más fuerte que nosotros.

La viñeta de Forges es del verano de 1972, hace 48 años. 

Vuelva usted mañana y a la ventanilla de al lado

Hace ahora 48 años, Forges ya nos mostraba la realidad social que se repite en muchas sociedades, esa excesiva burocracia que lentifica todos los procesos. Lo advertimos en España, pero sucede también en los EEUU o en otros muchos países de Europa. Nos podemos reír, pero lo curioso es que no sirve para lo que se inventa, que sería controlar los fraudes, a los jetas, a los tramposos. Poner trabas a la rapidez no sirve más que para construir una montaña que estorba.

Todo está bajo control. Permanezcan asustados

Permanecer asustados es una buena manera de mantenernos a raya, tal vez porque como sociedad seamos mucho más tontos que como individuos. Para estar asustados de verdad, tenemos que estarlo en comunidad, no sirve de uno en uno.

El Roto… es grande

Desde 1972, humor de estudiantes peligrosos

El gran Forges en su juventud madura ya sabía distinguir el peligro que representan los estudiantes, capaces de pensar por sí solos sin atender a razones. En aquellos años como en todos, tener Cultura dentro de la cabeza es MUY peligroso.

Salou también pide delatar a los aragoneses

Leo, leen, leemos que en las queridas poblaciones de Salou y vecinas, como ya habían hecho en otras zonas de playa o de montaña, estaban los alcaldes alentando a sus vecinos para que delataran a los que poseen segunda viviendas para denunciarlo a la policía. La policía tiene su trabajo, y hacer de chivato es muy peligroso, pero tal vez es que yo soy tonto de baba.

“Caña al que viene de fuera” pues nos traen el virus. 

Y les dan un decálogo a los vecinos "auténticos", para que observen las ventanas por si osan levantar las persianas, y si lo hacen hay que denunciarlos para expulsarlos aunque sean propietarios de esas segundas viviendas. Cuidado si bajan a comprar el pan, pues allí están pillados. 

Podría yo recordar los años 30 y 40 del siglo XX, pero no puedo pues se me arrasan los ojos. Nunca hemos querido estudiar la Historia de España, y ahora la estamos jodiendo.

Los propios alcaldes democráticos alentando a sus vecinos a que “se chiven” hoy, por ir a la segunda vivienda y… mañana… por ser comunistas, fascistas, gitanos o judíos? ¿Por ser pobres, feos, artistas o negros? ¿Dónde ponemos el límite para defendernos del "otro" pues peligra nuestro futuro?

Y en la España de hoy, la nuestra, creemos que incluso es lógico esto y lo informamos sin acompañar el texto de un grito de ira. ¿Nadie nos va a decir que esto NO SE HACE, aunque suene a autodefensa, pues NO ES AUTODEFENSA?

Hay que defender la salud. Pero nadie nos advierte que también hay que defenderse del tonto social, del chivato, del violento escondido en su balcón. La salud se defiende con verdades, con mascarillas, con una Sanidad bien dotada, con profesionales bien formados y bien pagados. Con los que muchas veces se nos van a otros países pues en España pagamos muy bien a los futbolistas, pero muy mal a los investigadores.

Así que sin poner precio y por si acaso…, cabe pensar que pronto quemaremos libros pues alientan a la libertad de pensamiento, y eso también es poco saludable y peligroso para nuestro futuro de tontos sociales.

Y no, ya no tengo segunda vivienda, la dejé hace una década, así que no escribo porque me hayan prohibido ir a ella. Hace ya tiempo que entendí que las fronteras se llevan dentro de los sesos, como a dios o al miedo.

Mascarillas y mordazas. No hay tanta diferencia

El Roto en El País nos dejó esta viñeta antes de que explotara la enfermedad en la cara de los españoles, vaticinando que detrás de la enfermedad se puede ocultar miedo pero también censura y corte de libertades personales.

El "Virus Viajero" como lo llamaba El Roto hace unas semanas

Ante el "virus viajero" como lo llamaba El Roto antes de que nos llegara a España a jodernos, no hay otra que dejar de viajar nosotros. Así que tranquilos, calmados y pronto volveremos a movernos. Seguro.

Las dificultades de unos nuevos Pactos de la Moncloa

Volvemos a recordar consensos viejos ahora que en España se necesitan consensos nuevos para salir del atolladero al que nos ha llevado el Coronavirus. Siempre es importante trabajar en equipo, desde equipos, por un bien que saliendo en parte de las ideologías democráticas hacia toda la sociedad, sea capaz de lograr ese consenso cuando los problemas son de futuro.

La imagen de arriba es de los llamados "Padres de la Constitución" española de 1977 y 1978, una ardua negociación donde todos se dejaron parte de sus ideas para lograr ese consenso que lleva 45 años entre nosotros. Nunca una Constitución en España se hizo desde el consenso. Y tal vez por eso dura tanto.

La podría haber impuesto la UCD con sus 165 diputados apoyándose en la derechista AP con sus 16 diputados. Pero aquello no hubiera sido una Constitución de consenso y sin duda no sería la que hoy en el año 2020 tenemos.

Por eso cuando ahora en plena crisis política que arrastramos desde hace 5 años y con la que se nos va a venir encima cuando podamos salir a la calle a trabajar los que puedan conservar sus puestos de trabajo, se recuerdan los consensos de la Constitución de 1978 y los Pactos de la Moncloa de 1977. Pero para eso se necesitan líderes, y sobre todo equipos.

En la imagen podemos ver los Padres de la Constitución: Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (UCD), Gabriel Cisneros (UCD, antes Falangista), Jordi Solé Tura (PCE), Miquel Roca (CDC de Cataluña), Manuel Fraga (AP, antes Ministro con Franco), José Pedro Pérez Llorca (UCD) y Gregorio Peces Barba (PSOE).

Los Pactos de la Moncloa fueron firmados por: Miquel Roca (CDC de Cataluña), Josep Maria Triginer (por la Federación Catalana del PSOE), Joan Reventós (por Convergencia Socialista de Cataluña), Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD),Felipe González (PSOE), Santiago Carrillo (PCE), Enrique Tierno Galván (PSP), Juan Ajuriaguerra (PNV) y Manuel Fraga Iribarne (AP).


¿Somos capaces en el año 2020 de lograr un consenso de tanto tamaño y variedad ideológica?


Toda verdadera educación, debe impulsar nuevas fuerzas creadoras

Toda verdadera educación, ha de impulsar las fuerzas creadoras. Manuel Bartolomé Cossío.

Si queremos avanzar hay que crear. 

Si nos queremos mantener hay que crear nuevos caminos diferentes. 

Si queremos seguir dejando lo mejor para nuestros descendientes hay que enseñarles a ellos a crear nuevas soluciones a los nuevos problemas.

Toda educación debe de impulsar las fuerzas creadoras

Toda verdadera educación, ha de impulsar las fuerzas creadoras. Manuel Bartolomé Cossío.

Si queremos avanzar como sociedad y como personas hay que crear constantemente. Incluso si queremos mantener lo que hay debemos crear nuevos caminos. 

Si queremos seguir dejando lo mejor para nuestros descendientes hay que enseñarles a crear nuevas soluciones a los nuevos problemas.

Necesitamos otro tipo de globalización, más segura

El papel del Gobierno de España es tremendamente complicado y más sabiendo que los cuervos están para cazar errores, y que estos sobrevuelan cerca y que los hay con muchas ganas de joder. Personalmente asumirán sin querer parte de los dramas, pues es ley humana y por mucho que intentarán poner cara humana es complicado un comportamiento profesional. 

Ellos también saben de sus errores, de sus limitaciones y del pobre papel que puede hacer España en el mundo de estas semanas, muy poco respetado como país en los mercados bárbaros, que nos ha llevado a darnos cuenta que la globalización en materia estratégica es un gran error y que cada uno de nosotros debemos tener no ya stock remanente de materiales de defensa, sino capacidad para poderlo fabricar con una simple orden. 

Saldremos aprendidos excepto que salgamos hundidos. Y o los españoles nos tomamos en serio que de esta se sale trabajando mucho más, o será complicado salir pues Europa no está por la labor de ayudar. ¿Para qué queremos una Europa incapaz?

La viñeta es de El Roto para El País.

Comunicar mejor es el primer paso para controlar el virus

Uno de los mayores errores del actual gobierno en España ante el drama del coronavirus —y es posible que sea similar en gran parte del mundo— es no intuir que la mejor manera de evitar los bulos es dar información correcta y para adultos, sin manipular o modificar, o sin darle la vuelta para que los resultados parezcan mejores, más beneficiosos a la mirada del ciudadano. 

No somos niños y por eso, para tratarnos entre todos como un equipo llamado España y para darle importancia al momento, hay que decir la verdad, sin aumentar, pero sin restar.

Salimos todos los días a explicar mal ante los medios
, excesivas personas y con pocos datos reales, repitiendo siempre ambigüedades  tal vez como demostrando que son muchos los que trabajan por remediar lo dramático del momento. 

Otro error claro. Hay que hablar menos, pero hablar lo magro y sin mentir. Dosificar las apariciones y que estas sean totalmente creíbles. 

Por ejemplo resulta absurdo con tres semanas de confinamiento, que cada Autonomía utilice un sistema diferente para explicar los ingresados, las Altas médicas o incluso los fallecidos. Si no somos capaces de poner orden en eso, no lo seremos en nada.

Los errores son inevitables, pero simplemente hay que explicarlos antes de que “otros” los manipulen al gusto del vendedor de mentiras. Si Turquía nos retiene cargamentos médicos, si desde China nos llegan los aviones vacíos o llenos, hay que decirlo y que cada español sepan qué está sucediendo.

Como hay que explicar con pedagogía sencilla pero no mentirosa, el motivo de por qué Holanda nos niega la ayuda o qué nos propone. Qué papel está realizando la Unión Europea y cuáles van a ser los caminos que debemos emprender.

España necesita contar con los españoles, y los sacrificios hay que pedirlos siempre acompañados de información clara y contundente. Como en las empresas que quieren tomar decisiones contando con el apoyo de todos, para que se trabaje en equipo. Comunicar como en el siglo XX es un error.

Viniendo de Cerca 40 - ¿Por qué mentimos o damos la vuelta?

Es curioso reconocer que hay médicos que aparecen en televisión haciendo declaraciones de variado tipo y desde puestos de responsabilidad o no, que no se corresponden con la misma realidad, y que son totalmente contrarios a lo que otros profesionales dicen, luego… es imposible que ambos tengan razón.

Pero la curiosidad aumenta cuando los médicos que opina —todos— de una manera determinada lo hacen desde puestos de responsabilidad y los que opinan totalmente al contrario lo hacen sin tener puestos de responsabilidad política.

Entiendo los motivos, pero no entiendo que lo hagan médicos, que en teoría son ellos los que eligen ser profesionales médicos, y por ello decir la verdad y estar de parte del paciente, del enfermo.

Me da igual si es hablando de mascarillas, del número de enfermos, del contagio entre el personal sanitario, de la llegada o no de material suficiente, de la realidad de muchas Residencias de Personas Mayores, de la situación en las UCI o del sistema en el que tienen que trabajar hoy los profesionales de la salud.

Siempre he creído que un médico era médico siempre. Incluso cuando duerme o cuando tiene que hacer declaraciones en un medio de comunicación. Pero me doy cuenta que al menos hay dos clases de médicos. Los que tienen responsabilidad política (o aspiran a ella) y lo que no.

Qué daño volvemos hacer a la política, para seguir desprestigiando su honradez social…, por tontos.

Hay que tener cuidado con los desinformados

Diría mejor que hay que tener mucho cuidado con los tontos, pero no quiero llamar así a los que no están suficientemente informados. Las cifra de personas que se salvan todos los años de morir por haberse puesto vacunas es millonaria. El paludismo o la malaria lleva décadas buscando una vacuna y no se encuentra, para salvar todos los años al menos medio millón de niños menores de 5 años en África.

Las vacunas no curan, evitan. Y evitan sobre todo la propagación hacia otras personas. Cada uno se la puede jugar en la vida a la carta que él quiera. Otra cosa es jugársela con los niños o simplemente servir de tonto de contagio hacia otras personas

Si la vacuna es mala, es antinatural, también lo es las transfusiones de sangre, tomar química en forma de pastillas, volar en aviones e incluso llamar por teléfono con esas cosas que llevamos en el bolsillo. Lo digo para que tomen nota los que están en contra de las vacunas, como moda pasajera.

La viñeta (fabulosa) es del Super Maño: Calvo, publicada hoy en Heraldo de Aragón.

Viniendo de Cerca 39 - La OTAN y la UE no hacen nada por evitarlo?

Italia como país importante de la OTAN ha dejado entrar en su país aviones militares de Rusia, China y Cuba con ayuda sanitaria y sin duda también “soldados” perfectamente entrenados para “estar” en Italia. 

Si estas cosas no le dan vergüenza a la Europa lógica, es que no merece la pena su existencia. Los chinos nos ayudan a España e Italia y la OTAN o la Unión Europe deja el mensaje de que de momento no, y si es sí… será pagando.

¿Qué la sucedería al mundo del futuro si el Sur de Europa se saliera de la OTAN y/o de la Unión Europea? ¿Veríamos construirse una Europa diferente, dos Europa con unos conceptos estratégicos totalmente distintos? ¿Pueden los EEUU permitir —por falta de ayudas de todos hacia todos— que esto suceda?

El coronavirus se juega hoy en los hospitales, es posible que dentro de unas semanas se pelee dentro de las empresas y en los bancos. Pero a muy medio plazo —incluso es posible que a corto plazo— se jugará en los despachos escondidos del poder mundial. Y en todas las guerras, que no se nos olvide, siempre hay ganadores… y perdedores.