Las frases hechas esconden realidades muy válidas aunque nos guste descalificarlas por entender que al auto ayuda, la ayuda que nos damos nosotros mismos, no sirve de anda. Confundimos al cerdo con el jamón.
Este cartel en la puerta de una panadería zaragozana habla de algo muy sencillo que no siempre tenemos en cuenta.
"La Felicidad emerge tras la aceptación de lo que nos disgusta"
Podría parecer una frase de aceptación de la derrota, de sumisión incluso, pero al revés es una frase que nos indica que si queremos ser felices, algo imprescindible para alcanzar cualquier otro estado, debemos aceptar lo que no nos gusta, pues es imposible que todo lo que rodea nuestras vidas nos agrade.
Aceptar es sobre todo entender, asumir, pero no supone dejar de pelear por mejorarlo, por cambiarlo, por defendernos. Aceptar es mirar y recibir, pero no debe ser como se piensa una resignación, sino un "recibir" y a partir de este momento y ya sin sufrimiento, ver de darle la vuelta.