Me preocupa esta clima de lucha fratricida ideológico, pues nunca trae buenos finales. Pero nadie parece ser capaz de pararlo, de resolverlo, de mesurarlo al menos. Es como un deseo escondido de ir añadiendo más madera para mantener el fuego siempre encendido, para ver si es necesario prender totalmente el bosque de la convivencia.
Algunos periodistas lo alientan, curiosamente incluso periodistas de renombre como si tener renombre sirviera para tener inteligencia social y mesura. Les pido demasiado pues dentro se esconde el odio y la venganza.
Hay excesivas personas que se creen que España es un corralito donde pueden tener a muchos cerdos pastando para crear lomos embuchados. No me gusta nada lo que veo.