Cualquier pequeño viento borrará pronto las huellas, y así ya no tendremos que preocuparnos de su sufrimiento.
Todo el desierto volverá a ser callado, quieto, en la paz de la nada, pues ya nadie nos molestará con sus necesidades.
Los que necesitan ayuda son muy ruidosos, molestan con sus quejidos, rompen el silencio de los muertes en vida.
Ya nos hemos ido acostumbrando a no querer escucharles. Sabemos que al final… o se callan o desaparecen que es lo mismo.