El genial Quino nos dejo esta viñeta que sirve para muchas más situaciones que las de cama. ¿No les da vergüenza a los que prometen una cosa y se ufanan en intentar explicar otra bien distinta?
Disimular se ha convertido en un arte, tremendo ejercicio de cinismo pues nadie los coloca para mentir. Si han prometido una cosa y es imposible, hay que explicarlo e irse a su casa por equivocarse.
Pero optan muchos por intentar seguir como si nada hubiera sido, o como si nadie se dieran cuenta de sus abusos o errores. La mediocridad está invadiendo la vida política, pero también la social, la de la calle, la de las empresas, la mía incluso.