Tener a los niños y jóvenes —y no quiero ver edades pues no a todas les afecta por igual— durante 180 días sin la figura del maestro, sin el espacio de la escuela marcando rutinas, obligaciones, horarios, trabajo, esfuerzo, me parece una decisión que tendrá un precio alto aunque no veamos hoy la factura.
Hemos abierto bares y restaurantes, playas y Centros Comerciales pero no hemos sabido abrir las escuelas.
No hemos estado bien gobernados, aunque hayamos estado bien gestionados. Gobernar es saber mirar hacia el futuro, gestionar es resolver el día a día.