Ya advertían de que la cocina en su restaurante esta esmeradísima pues la regentaban reputados cocineros de Madrid.
Desde el 15 de junio al 10 de octubre tenían abierto para dar servicios de hidroterapia y advertían de que tenían Capilla y luz eléctrica.
Era pues un servicio de calidad pues no utilizaba ni antorchas ni luz de gas. Suena a broma pero es 1920.
Las habitaciones sin derecho a comida se podían encontrar desde 2 pesetas al día. ¿Quien dijo que era caro?