El crack cero, de José Luis Garci no es así. Es una película antigua de 2019, hecha con los idiomas cinematográficos antiguos, y eso la convierte en encantadora. Y te lleva a tener que elegir. O la odias o te encanta. A mi me ha encantado. Si idioma, su velocidad, su ambiente es de 1975. Todo hecho en el 2019. Incluso su forma de ser teatro, de saber hablar como en una novela, de restarte la sangre, de jugar con la psicología de los personajes.
El Arte muchas veces es engañar. Y provocar que caigamos durante un tiempo en el engaño que provoca el artista. En este caso los actores están tan sumamente bien dirigidos que caes enseguida en su engaño. No solos son personajes ficticios, es que realmente están viviendo en 1975 mientras los ves ahora, en el 2020. Es un Misterio del Tiempo, más que un Ministerio, aunque para Garci se haya convertido en un Ministerio saber jugar con los tiempos.
Excelente precuela de El Crack de los años 80 que no desmerece nada y que sabe jugar con las formas, los tonos, la música y los ambientes. Un lujo poderla ver ahora, tan moderna y tan antigua.