Al nombre le suele acompañar un "lema" una carta de presentación, un pequeño texto que logra atrapar la atención del cliente, del espectador, de quien le dedica unos pocos segundos de atención.
En este caso se cumplen los dos objetivos. por una parte el nombre del producto es original: "Kema Kulo" para una salsa picante con personalidad propia. Advierte en el propio nombre de su fuerza, de su poder, de su diferenciación. Pero si hay duda añade un pequeño lema: "Todo lo que amamos duele un poco" para dejar claro que este producto no es una tontería, no es fácil de comprar y consumir. Y tú como cliente lo sabes.