Los callos y las durezas, esos problemas dolorosos que parecen más de pobres y de mayores que de señoritas bien, han afectado siempre incluso desde hace siglos.
Ahora te los tratan con mimo en la consulta del podólogo pero hace 120 años solo se podía recurrir a los callicidas no siempre de farmacia pues cada familia tenía sus propios sistemas vegetales para intentar tratarlos.
Aquí vemos un anuncio que por simplemente seis reales y con una aplicación muy sencilla del callicida, te los intentaban quitar. Casi milagroso, pero que no siempre funcionaba. Dolores que matan.