Casi nada más ponerse a la venta la televisión como un servicio nuevo para los hogares se entendió que podía ser una excelente herramienta para los niños.
Para ayudarles en su educación con programas divulgativos, pero sobre todo para entretenerlos y de alguna manera para no tener que estar tan pendientes de ellos.
Este anuncio es del año 1958, de un televisor Motorola para los consumidores de EEUU. Los niños eran los protagonistas, igual que más de 60 años después aunque ya utilizando pantallas pequeñas de teléfonos.
El caso es tenerlos entretenidos ante lo que les mandan y un poco alejados de los padres, cada vez más ocupados. ¿Es lógico?