El mayo francés del 68 comienza en marzo de 1968 en la Universidad de Nanterre, una sede de la Sorbona construida en las afueras de París, donde 142 estudiantes ocupan un edificio universitario para protestar tras los arrestos en una manifestación contra la guerra de Vietnam y contra el imperialismo estadounidense. También denuncian la rigidez de la Universidad en aquella época, pues "se les impide visitar a sus compañeras en sus respectivos dormitorios""Estaban muy descontentos por no tener cierta libertad sexual", explicaban los protagonistas de aquella época. Como decían todos ellos y ellas: Prohibido prohibir.
De aquellos movimientos estudiantiles nace el "Movimiento del 22 de marzo" del que surge una de las figuras emblemáticas del posterior Mayo del 68: Daniel Cohn-Bendit, un estudiante en sociología, judío y de origen alemán.
Estudiantes que rechazan el papel que les asigna la sociedad pues se niegan a ser simples ejecutivos de nivel medio que aprenderán a explotar a la clase obrera y a los campesinos, explicaba Cohn-Bendit a los medios pocas semanas de aquel nacimiento social de una pequeña revolución que como casi todas, fracasó.
A principios de aquel mayo, el decano decide cerrar la Universidad de Nantarre y los estudiantes en rebelión migran entonces hacia la Universidad Central de la Sorbona. El 3 de mayo la policía los evacua brutalmente del patio del prestigioso recinto. En la noche, estallan los primeros enfrentamientos entre estudiantes y fuerzas del orden en el Boulevard Saint-Michel, en el corazón de París. En ese momento arranca Mayo del 68. Las barricadas toman el barrio universitario y todo se complica para Francia.
La historia del mayo del 68 es corta pero ejemplar, se levantan primero los estudiantes, luego los obreros de las fábricas y los campesinos en parte, pues los mensajes eran claros y esperanzadores, en una Europa que veía la Guerra del Vietnam como un intento americano de que todo dependiera de sus sistemas de control económico.
Con una huelga general de casi 9 millones de franceses, De Gaulle tiene que adelantar las Elecciones Legislativas para el 30 de junio. En aquellas elecciones salió reforzado De Gaulle, perdieron fuerte implantación en las Cámaras tanto el PC como el Partido Socialista, demostrando que aquellos movimientos se pierden cuando no hay líderes capaces de provocar el cambio con una gran organización detrás, y que el anarquismo nunca nació para ganar elecciones ni tan siquiera para presentarse.