Entre Annie Hall y el futuro, aparece un cura confesor desde el pasado


Cuando todo parecía hundirse sin remedio, cuando caminábamos sobre el incierto futuro de una pandemia asesina, nos encontramos sin casi anunciarlo con Annie Hall en La 2 para tranquilizarnos de golpe de la zozobra, pues otro mundo es posible. Al menos el mundo de Woody Allen sigue vivo y no pasa el tiempo por sus tripas.

Pero nada que sea feliz es eterno y al día siguiente me encuentro la imagen del confesor de Ministros Populares como intermediario en las basureros del Sistema. Un confesor es mucho más que un cura, es el enviado de Dios para perdonarte. 

Si Dios ha perdonado a los ministros por lo que hacen, nosotros ya no podemos meternos ni con los ministros ni contra el confesor. Si acaso con Dios.