Ya hace 50 años que a España le empezaban a entrar los productos de China en clara consonancia de intentar abrir mercados, de poder vender nosotros a un mercado enorme del que ya en 1970 pensábamos que podría ser el futuro.
Era entrar en la Era del Consumo y exportarla a un país claramente comunista desde un país que todavía era una dictadura con tintas fascistas.
Los negocios hacen amigos en todos los basureros posibles. Y se eligió a Galerías Preciados que luego se tuvo que vender al Corte Inglés, como la marca de Grandes Almacenes capaces de mostrarnos que los Chinos hacen unas sopas muy comestibles.