Estoy pasando tres días con dos nietos de amigos de tres y poco más de un año de edad, que son la constatación clara de que la vida empieza con una energía desconocida.
¿De verdad se puede ser tan activos de niños y tan cansinos a mi edad?
Las pilas alcalinas se van perdiendo con la edad a ritmo preocupante.
Pero esto lo conocemos todos. Lo curioso es que en pocos años muchos de estos niños se vuelven pasivos, cansinos como yo, sin ganas de conquistar el mundo.
¿Qué les hacemos para caparles esa energía de que todo sea conquistable, aprendible, interesante, motivable?
¿Dónde les cortamos esa parte de conquista constante del aprendizaje para ser cada día mejores?
Sin duda hay una parte de la educación que hacemos mal, pues a los pocos años de entrar en un sistema educativo homogeneizante, les logramos doblegar en sus energías desbordadas pero sin lograr en positivo que sepan utilizarlas en positivo en muchos casos. Da la sensación que los doblamos, los capamos en su energía para que no molesten o para que no nos desborden.