No sé ni de dónde vengo, ni mucho menos hacia dónde me estoy dirigiendo. Bueno esto sí, hacia la muerte, pero no se lo digo a nadie pues ya lo saben todos. Por edad, no hay que meterse prisa.
Hoy se nos ha muerto un escritor, Javier Reverte a los 76 años y me pongo a sumar y a restar y me entra dolor de ingles. ¿Me quedan…? Y me conformo con pensar que no siempre es así, que cada uno somos una historia distinta. Lo cual no sé si es peor o mejor.
Enseguida vienen a mi rescate las mismas noticias y advierten con urgencia que se ha muerto Sean Connery a los 90 años y vuelvo a sumar y a restar y me digo… —Así ya sí, bien. Me queda tiempo para terminar lo que tengo empezado.
Nunca se termina lo que llevamos entre manos, pues los que llevamos cosas a medias, con la edad, estas van aumentando y no disminuyendo.
—¿Empiezo ya a ir recogiendo? No, espera un poco —me respondo— no hay prisa y si empiezas a recoger parece que lo estás llamando.
Y me he quedado mirando la televisión como un imberbe sin enterarme de nada de lo que ponían. ¿No hacer nada es hacer algo?