Ante los temores casi totales de la actual pandemia somos muchos los mayores que nos preguntamos en silencio: ¿Y estos meses perdidos quién los devuelve?
Los jóvenes tienen todo un mundo de vida para olvidarse de estos tiempos congelados, pero a muchos mayores este freno les conduce a la vejez. Perder un año de actividad vital con 70 años de edad es perder casi media vida futura.
Si me han robado todo un año bueno de mis 65 tacos ¿cuántos me quedan para disfrutar de verdad? ¿Qué representa ese año perdido en el total que queda?
Así que las ansiedades crecen sobre todo por no saber planificarse el día a día. No se pierden años, se cambian. Simplemente hay que saber construir alrededor de cada día —sea como nos toque que sea— las actividades que nos den algún placer vital. Aunque no sea nada fácil esto.