Los medios de comunicación son ya muchos y de muchas formas y figuras. Los medios tradicionales en papel se están transformando y si a eso sumamos que la Cultura necesita mecenas y apoyos, ser republicada en diversos formatos, una comunión lógica sería que se empezara a mezclar mucho más la acción informativa con la formativa, las noticias con el ocio y la cultura.
Ayer a través de un medio de comunicación de papel pero ya digital me recomendaban y daban camino de entrada a un vídeo de más de una hora titulado: "Beethoven 250. Un Concierto biográfico" que durante 80 minutos además de presentarte piezas muy conocidas de Beethoven te explicaban diversos aspectos de su vida y sobre todo de sus obras. Todo un ejemplo para convertir la Música Clásica en entretenida y popular, para no asustar a los que todavía no disfrutan de la Música Clásica.
Pero también un contundente ejemplo de que hay mucho por hacer si miramos el número de personas que han visto este vídeo y lo comparamos con los que ven vídeos sin ningún valor.
Este vídeo es el ejemplo de que cualquier obra de teatro, de música o de Cultura se puede (debe) convertir en un vídeo de calidad que se debe mostrar una vez que la obra en cuestión deja de estar en cartelera. Un vídeo pagado a los autores de la obra, apoyado por Fundaciones o empresas y que sirva para multiplicar su vida cultural y de ocio durante más tiempo, para ofrecer a quien no puede llegar al directo una opción válida de observar, disfrutar aprender, contemplar. Para complementar los servicios de cualquier empresa que depende de sus clientes.
Los medios de comunicación también deben ofrecer esos espacios culturales en vídeo como algo añadido a sus servicios de información, pues no todo debe ser las noticias graves y contundentes para leer. En todos los espacios debe caber la tranquilidad, el sosiego, la Cultura y la Formación lenta y suave, la imagen, la pluralidad, lo diferente.