Las empresas necesitan trabajadores Base contundentes y Eventuales con muchas opciones


Hoy las empresas están compuestas de dos tipos de colaboradores distintos en su relación con la misma. Los Trabajadores Base, los que llevan muchos años y tienen contratos fijos y son "de la empresa" y ofrecen la calidad y el servicio que fundamenta a la empresa y los Trabajadores Eventuales, que tienen una movilidad tal vez excesiva. Cuando se entra a trabajar en una empresa lo habitual es entrar en el segundo grupo excepto que seas "un fichaje" y en ese segundo grupo debes demostrar mucho más que nadie que eres un buen candidato para pertenecer al Primer Grupo en un futuro a medio plazo.

En el Segundo Grupo pertenecen trabajadores que llegan desde empresas de Trabajo Temporal para momentos muy determinados, trabajadores en prácticas que vienen desde Escuelas a completar su formación profesional, trabajadores que son contratados para una Obra o Servicio determinada seas estos de calidad baja o al contrario de calidad muy contrastada, trabajadores online o a distancia que apoyan ciertos servicios comerciales o de logística, trabajadores autónomos que colaboran con la empresa desde diversos puestos y a veces lo hacen con varios empresas a la vez, incluso trabajadores de oficios laterales al nuestro que solo colaboran puntualmente cuando a la empresa le llegan trabajos de una entidad diferente pero que son admitidos para no dejar que el cliente busque otro proveedor.

Todo este conglomerado de opciones y algunas que me olvido, configuran una empresa muy distinta a las del siglo XX clásico. Ya no es una empresa cerrada como un equipo único, sino ahora los recursos humanos de los que disponen la empresas son muy variados y permiten funciones y movilidades nunca imaginadas hace unas décadas. Lo que no quiere decir que sea bueno, si estas movilidades no están bien reconocidas y retribuidas.

Ya no hay pues una sola vinculación con la empresa principal como existía hace unas décadas, y esto es un riesgo para la propia empresa, además de unas ventajas considerables. La calidad de servicio de la empresa depende a veces de personas con las que no tienes una seguridad controlada. Tu propia competencia tiene más fácil zancadillear proyectos, crecer sin necesidad de hacerlo de forma interna. pero para ello necesita algo fundamental. La información.

Estamos pues en unos tiempos en los que la información de todo tipo tiene un valor muy superior al que tenía hace dos o tres décadas. Y tiene que ser además una información global, muy actualizada, que puede permitir con casi urgencia tomar decisiones muy diversas en la empresa, para defenderse o para proyectar nuevos servicios y calidades de futuro.