Nos tenemos que olvidar de que los allegados lleguen a casa, pues como nos la cogemos con papel de fumar y desde la política se empeñan en tratarnos como a niños, creen que ante el COVID19 y Navidad somos incapaces de entender qué son allegados y qué son familiares odiosos. El cuñado impertinente sí, pero tu novia no. El novio de tu hija no… pero el hermano que hace años lo miras de reojo… ese sí. ¿Y si nos dejaran a cada uno de nosotros entender a quién debemos sentar en nuestra mesa?
Los allegados no pueden llegar porque como nos tratan como a niños, los Presidentes se cabrean solo por mentarlo y nos advierten de que así no vamos bien. Como si no lo supiéramos. Por muchos motivos no vamos nada bien y nos los callamos, lo que no quiere decir que no los sepamos de antemano.
Ahora ya se habla de que… igual…, vete a saber…, la vacuna en Aragón empezará en febrero. Cosa que irritará a los europeos de pro y animará a los antieuropeos sobre todo si vemos que el Reino Unido se la empieza a poner en diciembre. Pero nosotros nos callamos y no se nos ocurre tratar a los políticos como a niños.