Uno de los grandes fracasos de la Democracia en España ha sido la Educación. Cuando en los años 70 nos dedicamos a pelear en las calles para lograr que la democracia entrada de verdad en la España del futuro que se nos venía a los jóvenes de entonces de forma imparable, una de las cosas que teníamos muy claras era que el sistema educativo total había que modificarla de forma brutal pues sobre todo no se podía consentir la división de Clases Sociales según el acceso que se tuviera a la escuela.
Había que cambiar el acceso de la escuela desde muy pequeños para posibilitar que las mujeres pudieran trabajar, había que cambiar el acceso de los alumnos a los bachilleratos con más calidad formativa, había que cambiar la Universidad y había que crear una Formación Profesional de calidad que sustituyera al aprendizaje en las empresas.
Y aquello se nos convirtió en otro fracaso más que no siempre hemos sabido recordar, aunque ahora estemos peor en educación pública de lo que estábamos en 1980. ¿Y me atrevo a decir esto? Pues sí. Fracasamos en 1980, pero es que en el 2020 estamos peor todavía que en 1980.
En 1984 entré en mi primera APA y en mi primer Consejo de Dirección, ambos en una escuela pública pobre y pequeña pero donde los padres ya teníamos un papel que ahora no tienen en ninguna escuela pública.
Hemos tenido 8 Leyes de Educación.
Sí, ocho desde 1980. Ocho Leyes Educativas en 40 años, es decir, ocho Leyes Educativas que no hemos dejado asentar para ver si eran válidas o no. Casi diríamos que ocho experimentos sin consenso que se iban cambiando según cambiaba el Consejo de Ministros y su Ministro titular de Educación.
LOECE. UCD. 1980
LODE. PSOE. 1985
LOGSE. PSOE. 1990
LOPEG. PSOE. 1995
LOCE. PP. 2002
LOE. PSOE. 2006
LOMCE. PP. 2013
LOMLOE. PSOE. 2020
Todas estas Leyes podrían haber sido muy buenas o muy malas, no se sabe, nunca lo sabremos. Una Ley Educativo que dura cinco o siete años es un experimentos. Lleva a todos los alumnos a tener que estudiar con al menos dos Leyes de Educación diferentes.
Si observamos que la Ley Claudio Moyano duró 81 años entre 1857 y 1938, podemos pensar que no somos capaces de tener paciencia. O yo qué sé. El caso es que NINGUNA de estas leyes educativas han logrado frenar el gran fracaso de la educación en España: Las altas tasas de abandono escolar.