Tormenta de Ideas con reparto de roles, para encontrar ideas nuevas


Hay muchas formas de encarar una Tormenta de Ideas, unas técnicas que se utilizan para intentar buscar ideas nuevas ante un problemas o una necesidad de salir de un atolladero en una empresa, una asociación o simplemente ante un proyecto creativo. Las Tormentas de Ideas pueden parecer técnicas que no siempre funcionan, y siendo cierto, a veces también ayudan y mucho a encontrar otros puntos de vista ante un problema.

Los motivadores o los que en un momento dado tienen que gestionar esa Tormenta de Ideas, pueden emplear diversas técnicas distintas, según su propia experiencia y también dependiendo del problema con el que se enfrenta. 

Os voy a comentar una técnica simple y fácil, que sirve para encontrar aristas distintas del mismo problemas. Las Tormentas de Ideas con reparto de roles distintos a los integrantes del Grupo de Trabajo.

El tamaño del Grupo de personas que vayan a realizar la técnica sí importa. Depende de varios factores, y yo aconsejaría un mínimo de seis y un máximo de doce personas. Menos integrantes empobrece las opciones de encontrar ideas nuevas, y más de 12 personas puede convertir la reunión en una mesa excesivamente revuelta.

Alguien debe hacer de moderador, debe tomar notas de todas las ideas por locas que parezcan, de todas, y debe en la técnica que os relato, repartir los papeles, que en posteriores ocasiones se pueden intercambiar para obtener resultados distintos. Hay que marcar un tiempo fijo de la reunión, de la Tormenta de Ideas, para que se aproveche bien el tiempo y no se vuelva algo repetitivo. Mi consejo es que no dure más de entre 30 y 45 minutos.

Nada más empezar el moderador en esta técnica de las varias que tienen las Tormentas de Ideas, reparte un rol a cada persona. Si son 10 ó 12 al menos dos o tres personas repetirán roles. Crítico, conservador, innovador, osado, muy joven, con experiencia u opinión de otros sectores, etc.

En este tiempo de Tormenta de Ideas no cabe discusiones, comentarios sobre las ideas de otros, aunque sí puntos de vista distintos sobre lo que se plantee encima de la mesa. Se trata de lograr decenas de ideas incluso bárbaras sobre las que luego el moderador trabajará y construirá algo para posteriores sesiones.