Y hay que advertir que no es solo salir a la calle o vestir de morado. El 8M es reivindicar los derechos de TODAS las mujeres del mundo.
Nosotras, las del primer mundo, tenemos derechos que sí, nos hemos ganado con esfuerzo, pero que distan mucho de los derechos de las mujeres de África, o del mundo árabe.
Yo, claro que en un día como hoy pido igualdad salarial, pido acabar con el techo de cristal, y por supuesto acabar con los micro machismos, el lenguaje sexista, y con la violencia física y psicológica.
Pero que no se nos olvide que hay países donde las mujeres son lapidadas por adulterio, u obligadas a casarse con hombres, siendo ellas solo unas niñas. Niñas a las que se les practica la ablación.
Que nos quede claro que el feminismo no odia a los hombres, no. El feminismo busca que todos seamos iguales. Que no haya tantas diferencias entre mujeres y hombres.
Mientras el machismo sigue ejerciendo su soberanía y en algunos casos ridiculizando a la mujer, haciéndola creer que es inferior, que no puede hacer ciertas cosas, desempeñar algunos trabajos, gobernar sus propias vidas.
La mujer según algunos tontos de baba…. debería ser educada, culta y refinada, nada de decir palabrotas, la mujer debe tener un físico perfecto según los cánones. Delgada, alta, con tacones… ¿y qué pasa…, que las gordas que vamos con zapato plano somos peores?
Hay mucho que cambiar, mucho que hacer, mucho por mejorar el ambiente laboral, por tener mejores contratos similares a los de los hombres, mejores salarios, acceso a puestos de responsabilidad, pero también respeto, aceptación y empatía, cada mujer es un mundo, un universo lleno de vivencias que a veces se traga para no parecer más débil que los demás.
Y ya para acabar, el machismo mata, el machismo somete, el machismo te pega, y un machista te puede decir que como él es superior a tí debes obedecerle y ser la esposa, novia o compañera perfecta y si no eres así te encierra en un armario del que solo saldrás con los pies por delante.
Laura Puente Ajovín