Todos nos imaginamos a New York como una ciudad llena de coches y de tráfico, desordenada aun con calles rectas, poco amable y humana. No es cierto, eso depende del lugar, de la mirada que pongas, de si quieres salir de las calles más típicas. En el propio centro de New York, en Manhattan podemos ver muchos espacios para descansar, amables y suaves, donde está todo preparado para el descanso y la observación.
Plazas urbanas pero también pequeños parques o calles que eran abiertas al tráfico y se han convertido en peatonales en espacios de un altísimo valor como zona comerciales, y que en cambio se convierten en espacios públicos para niños o adultos.
El valor de una ciudad tiene muchos componentes y que sea cada vez más humana es uno de ellos.