Dentro de unas décadas, cuando se analice los estragos de la pandemia en las Universidades del futuro, nos recordarán como los ciudadanos del mundo más tontos del siglo por no haber sido capaces de entender la enfermedad, por crear otra enfermedad social encima de la enfermedad sanitaria, por no haber sido capaces de crear un producto farmacéutico válido para prevenir o curar la enfermedad y por apostar todo por la vacunas mal distribuidas que han dejado a la mitad del mundo sin opciones de poderse defender.
Pasaremos a la historia Universal como una generación mundial de imbéciles que no supo contar contagiados ni muertos, que no supo los motivos del inicio de la pandemia, que cambió de criterios de auto defensa contra los contagios varios veces en un año, que al menos suspendió dos primaveras y todo el deporte presencial, las escuelas y universidades, etc. algo que no había sucedido ni con als guerras más feroces.
Lo curioso es que desde dentro, desde el "ahora y aquí" no lo vemos así. Nos hemos logrado inocular contra la imbecilidad social, y creemos que lo hemos hecho bien. Pero si analizamos como se hizo contra la Gripe de 1918 podemos ver que lo estamos haciendo igual y la situación es muy similar. Tenemos internet, teléfonos que nos suena mientras cagamos, podemos ir a New York si nos dejaran ir, mientras tú estás durmiendo o podemos comernos un plato de comida coreana de un pueblo perdido en el Sur simplemente cambiando de calle en nuestro barrio.
Pero tuvimos durante dos primaveras, prohibido sonreír y hacer planes. Nos falta pagar la factura de todo esto, así que tranquilos, no hemos acabado. Cuando nos analicen se harán cruces o aspas. Cruces si creen que todo es culpa de dios o aspas para tacharnos del mapa de la historia.