El español medio nada más levantarse de la cama


Esta sería la imagen del español medio sacando babas por la boca, con los dientes bien afilados y los ojos a la virulé, que es una manera un tanto especial de poner los ojos para no ver y asustar al contrincante. Vamos, poniendo los ojos con una mirada desordenada, extraña y con ganas de joder al que pregunte. Estamos en la fase de "…a por ellos…" sin saber quién son ellos. Así que tenemos que tener cuidado, no nos vayan a pillar en medio.

Tras Madrid, todos parecemos contra todos y quien se quede en medio es un asqueroso idiota que no sabe tomar posición. Es decir, que como poco a los que creemos que hay que tomarse las cosas con calma, nos llaman cobardes y se quedan todos los demás —que sois muy mayoría— tan tranquilos. 

Es un error. Los que nos quedamos en medio somos los más valientes pues estar en estos momentos en tierra de nadie es de una inconsciencia brutal. Nos van a dar hostias por todos los dados. Así que o somos valientes o somos idiotas. No hay otra.

Hemos logrado entre todos, incluidos los que estamos en medio sin ser centristas, que todo esto hierva a borbotones en el pozal del país. Es decir, hemos logrado meter en el pozal de España todas las mierdas de cada uno, más las que ya venían de lejos…, y las hemos prendido fuego. Y no os podéis imaginar cómo huele la fogata. 

O somos capaces de encontrar una salida con sentido común, calmada y válida, o nos prenderemos fuego entre nosotros mismos. Y no será porque algunos imbéciles como yo no os lo hayamos advertido.

Julio M. Puente Mateo