No se trata de ser agorero ni de ser pesimista, se trata de intentar entender de forma distinta algo que viene con nosotros desde que nacimos. La muerte. ¡¡Jodo petaca!! ¿la muerte? ¿Y vamos a escribir sobre la muerte? Seguro que piensas que terminamos hablando de religión, de vender alguna moto o de mierdas parecidas. O no.La muerte no la podemos esconder, está aquí, entre nosotros y es algo que en la medida en que somos inteligentes y reflexivos, la conocemos, la admitimos, aunque sea en silencio, callados, casi escondidos o escondiéndola. Bueno… sabemos que todos estamos para eso, para tenerla presente e incluso en algún momento para tenerla dentro.
La pregunta sería más bien del tipo.: ¿Y qué hacemos pues?
Tal vez lo mejor sea aceptarla. Eso ayuda a valorar el día a día. A poner en valor las relaciones con nuestros seres queridos, con nuestros lujos a veces muy baratos, con nuestra respiración y nuestras mochilas.
Hablando de este, escribiéndolo más bien, me acabo de hacer un café descafeinado con un pequeño toque de ColaCao. Así hablar de la muerte entra mejor. Prepararse un GinTonic también es buena idea, depende de tu cuerpo serrano.
Sigo pues.
Como no podemos evitar la muerte, tal vez sea mejor entender que la vida es una Fiesta, un lujo, algo de lo que debemos intentar disfrutar. Casi nadie desea la muerte, o dicho de otro modo, en otro el devenir de nuestra vida solo un pequeño porcentaje del tiempo estamos deseando la muerte. El resto en cambio no siempre somos capaces de disfrutar bien de la vida.
Yo hace 11 años volví a nacer. Yo y mi esposa. Varias vueltas de campana a 120 km hora me dejaron un ojo al revés, y gracias. Hoy ya estoy más viejo que entonces, pero he disfrutado mucho de estos años "gratis" y seguiré haciéndolo.
Realmente la mayoría de las personas (y mucho mejor así) casi no se dan cuenta de que se mueren. Las demencias, las muertes rápidas, la noche son ayudas que nos plantea la vida para dejar de pensar en la muerte cuando esta se acerca. No siempre es así, por desgracia.
Por eso la muerte dura la vemos más veces a través de quedarnos vivos. Y me explico. Cuando se nos muere alguien muy querido. Entonces entiendes la muerte siguiendo vivo, sabes que la muerte ha llegado, te ha robado vida, y además te deja vivo para que lo interiorices. mal invento. No es nada fácil.
Es aquí donde hay que hacer un ejercicio más sincero y complejo. ¿Cómo le gustaría verte a ti… sí, a ti, la persona que ya no está contigo? Es posible que no le agradaría verte sufrir, triste, dolorida. ¿Y a él… si le dejaran unas horas volver, cómo intentaría estar? Sí, alegre, de Fiesta, con vosotros, disfrutando de lo que más le gustaba cuando estaba vivo.
Sin querer nos hemos respondido. Para los que quedamos, la muerte de un ser querido, con todo el tremendo dolor que esto representa, debe ser un trabajo de recuerdo en positivo. Es imposible entenderla, así que solo nos queda comprenderla y aceptarla.
¿Qué tal va ese café o ese GinTonic? ¿Un bomboncito? ¿Salimos a respirar un poco a la ventana, para ver las estrellas o los gorriones? Un abrazo.