Ante familias diversas, educación diversa para reforzar


La educación de los niños depende en gran medida de su familia, por no decir que en casi toda su calidad educativa depende del nido en donde crecen sus posibilidades y desarrollos. Un niño es sobre todo un ser humano al que debemos facilitarle todas las opciones posibles para su crecimiento. Pero sobre todo, más todavía que ser humano, es ya una persona que está configurando su personalidad.

En las escuelas puede recibir de forma global y junto a otros niños diversos unas directrices básicas de comportamiento, de aprendizaje, de formación diversa y de calidad, pero es siempre en la familia donde recibe por copia, por asimilación y observación, las normas básicas e imprescindibles sobre las que edifica su propia personalidad.

No podemos esperar de la escuela que construya a las personas, y mucho menos que corrija los errores que reciben estas pequeñas personas en las muchas horas que están dentro del hogar, de la cueva, de sus familia, de sus referentes naturales. Por eso cada persona es diferente, y sus opciones de ser feliz o de saber defenderse de una manera o de otra ante los problemas futuros es muy distinta.

Es tremendamente importante el trabajo de la escuela para con los niños para sentar bases y para edificar estados mínimos de convivencia y aprendizaje, pero inevitablemente muchas veces las familias necesitan reforzarse también con hábitos positivos para sus hijos, y por eso las no siempre bien entendidas Escuelas para Padres son a veces muy importantes para esas nuevas personas que están creciendo.

En la evolución de esos niños que crecen para ser personas, influye y mucho el ambiente social, las circunstancias de cada familia, de cada cueva con sus mochilas. Y rectificar posibles errores en ellas es labor de todos, de las escuelas y de las familias en la medida de sus posibilidades. Los maestros deben comprender también sobre qué terreno está creciendo el árbol nuevo, para dotarlo de unos abonos o de otros, de un tipo de riego o de otro. El camino del crecimiento se conoce, pero no siempre es posible ver las dificultades que nos podemos encontrar, ni la meta a la que deseamos llegar.