Somos instantes en la vida terrenal, en serio. Esto lleva funcionando miles de años sin nosotros, decenas de miles de años sin nuestra presencia, así que cuando llegamos con nuestra vida aunque nos creamos capaces de conquistar el mundo, en realidad somos instantes, un espacio pequeño que a veces no sabemos ni aprovechar bien.
Vamos a estar poco tiempo aquí, seguirán las montañas, los ríos, las calles, los comercios (bueno estos igual no) y las estrellas. Incluso los pájaros nos sobrevivirán pues como nos los conocemos bien, sabemos que serán otros, pero a nosotros nos parecerán siempre los mismos.
Pero nos aferramos a la eternidad. Como si eso fuera posible, sirviera de algo, fuera lo lógico. Lo único cierto es que estamos aquí unos instantes, aunque nos parezcan 80 años, aunque nos digan que son 80 años. Es mentira, son unos instantes. Todo de pende de cómo queramos contar el tiempo.
¿Has disfrutado hoy de tu vida? ¿Qué piensas hacer hoy por ser feliz y por hacer feliz a alguien? ¿Te has cuidado un poco por fuera y otro poco por dentro? Es tan sencillo como poner un poco de relatividad en casi todo, en dejar pasar el tiempo pero disfrutándolo en la medida en que puedas, que no siempre es fácil.
Y si tienes dudas, ponte una música que te guste, lee un libro distinto a los que ya tienes empezados, o dúchate mientras te masturbas. El caso es cambiar algo de tu día a día y sentirte viva o vivo. ¿Que tienes 70 años… ¿y…? Como si tuvieras 25, tu cuerpo y tu vida es tuyo.