Con la publicidad la mierda puede saber a chocolate

 

Estamos pillados y nos damos cuenta todos. El Roto lo dibuja y los exterioriza, pero todos sabemos bien que si nos dicen que algo es bueno, nos lo comemos, aunque sean ideas o pasteles, información o mentiras. 

Dominar la publicidad es dominar el noble Arte de mentir por las buenas, para que nadie sufra con el intento. Si hay que tragar mierdas, lo mejor es que te pongas un babero y te cojas una cuchara limpia. Así se disimula mucho mejor.