El mundo de la pegatina, de la octavilla como reclamo y forma de transmitir gritos, funciona muy bien. Recordarlas, guardarlas en colección es una manera de recordar otros momentos, otras necesidades, otras formas de ver la sociedad. Esta octavilla es de Madrid y en el texto lo dice todo. No vayas si no te sientes orgulloso y contento de ser marica. Es de este siglo XXI pero no sé bien el año en concreto.