¿Qué nos sucede en el Otoño a las personas? ¿Y a las Personas Mayores?


Estamos en Otoño y lo hemos notado
todos, pero este periodo es un tiempo complicado para todos nosotros pues se ralentiza la actividad de la serotonina en nuestro cuerpo y eso nos lleva a situaciones algo distintas en nuestro cuerpo. Somos animales, somos parte de la naturaleza, y al igual que en los árboles se pierde la actividad o en algunos animales sucede lo mismo y se preparan para la hibernación, en las personas se entra en un periodo que en la antigüedad era de menos actividad, de menos horas de sol y de calor, de luz y de vida.

Nos cambia en este periodo nuestro estado emocional, pero también físico. 

Las articulaciones y los huesos parecen más frágiles, más dolorosos. Y todo esto nos lleva a situaciones similares al cansancio emocional y físico. E incluso nos lleva al sedentarismo, a incluso comer más que en verano, a ver peor y a tener más dolores. 

Hay que alimentarse de forma más natural, con más frutas y verduras dentro de que es un periodo en donde no abundan tanto como en primavera o verano. 

Hay que seguir haciendo ejercicio, paseando o saliendo a correr, y sobre todo aprovechando los tiempos de luz y sol para recibir ese contacto con la vida natural que todos necesitamos tanto.

Es un periodo en donde es posible caer en la tristeza, por lo que hay que intentar remediarlo con más contactos físicos, personales, con una actividad programada para sentirnos activos, siendo mas positivos, haciendo planes a corto y medio plazo, viajando a lugares diferentes a los del verano, pues hay que asumir que depende de nosotros ponerle un poco más de alegría al otoño.

¿Acciones a corto plazo? 

Las hay. Come mas fruta y verdura, intenta tener mas relaciones sexuales, duerme lo correcto y que ni sea poco ni una barbaridad por tener menos horas de luz, no tomes demasiado alcohol o tabaco, revisa tus enfermedades crónicas, y vigila que tu piel esté suave, tu boca tiene una buena higiene y que tus pies están sin problemas. Y actívate, móntate un hobby y dedícale tu actividad mental al menos.

Y si ya eres mayor, recuerda que pasear un poco rápido, algo de bicicleta o natación, jugar a la petanca e incluso hacer ejercicios de memoria o de carácter intelectual como los sudoku o los crucigramas, jugar a las cartas, el dominó o al ajedrez ayudan a estar activos.