Por desgracia los suicidios son constantes entre la población europea, española y aragonesa. Que no se informe no quiere decir que no se sepa muy bien el tremendo problema y que no se tenga muy en cuenta entre los profesionales que atienden todo tipo de trastornos o enfermedades mentales. Los casi 11 suicidios cada día en España, los declarados, son una cifra tremenda, muy abultada y que se mantiene en el tiempo. No es necesario que sea alguna persona conocida la que finalmente decida acabar con su visa, para ue no se tenga muy en cuenta.
Pero un suicidio no es sola una persona fallecida. Es también varias personas de su entorno que quedan heridos o muy heridos. Un suicidio siempre deja a otra personas rotas. La persona enferma deja de sufrir posiblemente porque entre todos no hemos sabido encontrar una solución a sus problemas de variado tipo. Pero las personas de sus círculos cercanos siempre se quedan con el sabor interior de que algo no han hecho bien, para que el final de un proceso que intuían fuera ese.
En realidad eso no es cierto, o al menos no lo es en todos los casos ni lo es de forma contundente en ninguno. Hay una tendencia equivocada entre la sociedad para buscar una causa concreta a un suicidio, para responderse el "por qué". Al final sabemos que hay una combinación de diversos factores biológico incluso, culturales y psicológicos, que llevan a una persona a pensar y realizar un suicidio.
Sabemos datos, pero es imposible sacar conclusiones globales, que sirvan para todos los casos o incluso para la mayoría.
Sabemos que en España tenemos una tasa de 8 sobre 100.000 habitantes y que es inferior a la media de Europa que supera los 10,5. Es un primer dato.
Sabemos también que a partir de los 65 años hay más casos y que dentro de esa franja de edad hay muchos más hombres que mujeres. Y sabemos que casi en todos los casos es producto de una enfermedad anterior que no hemos sabido entender ni tratar. Pero cuidado, hay numerosos factores que ponen en funcionamiento la idea del suicidio.
En Aragón se han publicado unos protocolos ante los suicidios, y está en crecimiento la publicación de diversos documentos estratégicos para la promoción de la Salud Mental, para evitar en alguna medida las depresiones y los problemas que se generan ante problemas vitales que no sabemos/podemos resolver.
Es imprescindible crear una Teléfono de Ayuda al Suicidio, para personas afectadas y sus familiares, pues es imprescindible actuar antes y nunca es posible hacerlo después.