Los pacientes no siempre tenemos suficiente información de nuestros servicios sanitarios y eso nos lleva muchas veces a equivocarnos en las críticas. La Atención Primaria funciona mal en todo Aragón o cuando menos debería funcionar entre mejor y mucho mejor depende de las Zonas Básicas. Pero el problemas de Especialistas y sus demoras no se critica casi. Y el de hospitalizaciones en algunos lugares como en el Sector I de Zaragoza casi ni se conocen.
Este Sector I de Zaragoza que casi llega a los 200.000 pacientes aragoneses tienen unos espacios hospitalarios que además de obsoletos en relación a otros, son claramente insuficientes. El Hospital Royo Villanova es pequeño, obsoleto, amontonado, corto para el servicio que debería dar. Pero el silencio impera. Su apoyo a través del Hospital Provincial fue un error táctico de unos viejos políticos de hace ya muchos años que no supieron gestionar el problema.
Es un excelente hospital para convertirlo en temático, por ejemplo para oftalmología en todo Aragón, ginecología, otorrinolaringología, etc.
Pero volvamos a la realidad. Desde hace ya más de una década se sabe de las deficiencias hospitalarias en el Sector I y se intentó paliar con unos convenios MUY especiales con Defensa, incluso con la OTAN, para crear un Hospital Militar de alta tecnología en la zona de San Gregorio que fuera dual. También y a la vez y en eso estamos, se intentó en varias ocasiones acuerdos con la MAZ que nunca han llegado a nada, y sabemos los motivos también.
Admitir los problemas es un primer paso, pero que no sirve de nada si no somos capaces de resolver las deficiencias. Los casi 200.000 aragoneses que dependen de este Sector I y que no todos son de barrios de Zaragoza capital, son muchos como para tener hospitales saturados como en la actualidad que hay que desviar ingresos hacia el H. San Juan de Dios o al H. Provincial no por criterios médicos sino por necesidad hospitalaria ante la falta de camas libres.
Es cierto que la pandemia tensa en exceso todo el sistema sanitario, pero también es cierto que las deficiencias se notan desde hace muchos años, y que no se ha logrado hacer nada para mejorarlas en situaciones básicas, así que en estas presiones todo estalla.
Julio Puente - Miembro del Consejo de Salud de Aragón