La Paz se puede romper enseguida, es muy frágil. Y curiosamente además es muy manipulable, muy sencilla de ser disfrazada de diversos añadidos. No hay una única paz, sino varias formas de contemplar la Paz. Incluso la Paz es un juego malévolo que saben emplear algunos para hacerse ricos, a costa de volver pobres a otros muchos. Somos animales irracionales y depredadores de los que nos rodean, a poco que se dejen la yugular al aire.