Está bien añadir humor a la vida política, pero no es cierto que se duerman, e incluso tampoco lo es que sea aburrida la actividad política. Es cierto que alguno o algunos, han sido pillados dormidos, sobre todo tras comidas copiosas y en horas de siesta, pero eso, os lo juro, lo he visto más en algunas conferencias empresariales, y nadie está para grabarlos. Cosas de la oportunidad y la crítica casi humorística.