Cuidado con la risa y el humor, pues hay que controlarlo


Mucho cuidado con el sentido del humor, con la risa, pues nos la pueden prohibir. La risa en la Edad Media era censurada pues suponía que al estar asociada al cuerpo, al gozo, era un instrumento del deminio para entrar en nosotros. Había que sufrir y reír poco.

La risa y su amiga la sonrisa se podía meter dentro de nosotros por la vista o el oído, incluso salir por la boca para propagarse, y como no es posible controlarla bien, puede ser peligrosa para los poderes que nos quieren tristes, aburridos y a ser posible, llenos de problemas y peligros, para así tenernos acojonados y poder salir los poderosos a defendernos ante el demonio.

La tragedia siempre era mejor vista en aquellos siglos pues demostraba que se era persona de carácter, de inteligencia, de sesuda forma de ser. Con la pobreza no es lógico ser alegre, se decían, y lo habitual para demostrar que no se estaba loco, era estar afligido si eras de la plebe pobre.

La risa si no ofende a nadie poderoso ya no pica tanto, y así puede tener tiene la presencia activa del dios que corresponda y por eso, no tiene matices de peligrosidad. De alguna manera es una risa festiva, inocente, por el mismo acto de reírse del lugar que cada quien ocupa en el mundo.

Así que hubo que dominar la risa, el humor y se empezaron a crear teatrillos, teatro de verdad, sátiras, comedias que dieran rienda suelta al humor pues si bien puede ser peligroso, reprimirlo sin controlar puede serlo más. Y para eso se inventaron las censuras previas.