En tiempos de guerra cualquier ayuda económica es poca, para las personas necesitadas, para sostener al ejército, o para que funcione un reparto social entre los que más tienen y los que menos, pero ajenos a los impuestos habituales. Por eso se creaban sellos, pegatinas o billetes conmemorativos que ayudaran a repartir desde diversas opciones las economías.
Este es un billete similar al de los tranvías de Zaragoza, de los años de la Guerra Civil, y que aparentaba un apoyo económico de una peseta a costa de quedarte sin postre. Lo que te podía costar el Postre del Día lo entregabas en un acto simbólico de Día sin Postre, para ayudar en esos tiempos sin economías públicas solventes.