El papel térmico acabó con el coleccionismo de billetes de transportes públicos y privados, urbanos y privados. Durante muchos años los billetes de los tranvías y autobuses por poner un ejemplo fácil eran impresos en tintas normales y se conservaban con los años. Llegó el papel término y las impresoras del momento y aquello perdió durabilidad y ahora en pocos días o semanas todo desaparece. O se escanean y se conservan así, o no queda nada de ellos aunque estén a oscuras. No todas las ventajas son ventajas para todos.
Estos billetes son de los autobuses urbanos de Zaragoza en el año 2022, a 1,40 euros el trayecto con estos billetes. Mucho más barato con abonos.