Eran los años 50 del siglo XX cuando este cartel salía de las manos del diseñador Ángel Esteban para publicitar a Iberia y sus servicios hasta Iberoamérica.
Era un cartel para anunciar el servicio de trasladar a monjas que intentaban hacer trabajos misioneros en países pobres y en zonas de necesidad de ayuda escolar.
Era una manera de advertir que los servicios en aquellos años no solo eran turísticos como ahora, sino de servicios en general, en este caso de mujeres misioneras.