Felicitación a cambio de una propina


En los años 50 y 60 del viejo siglo los servicios públicos que atendían en la calle felicitaban las Navidades a sus clientes de calle. El Sereno, el Guardia de Circulación, el Cartero llegaban a tu casa con una tarjetita postal felicitando la Navidad y esperando una propina. 

En el caso de los Guardias de Circulación se les entregaba un regalo que se les dejaba en algunas zonas de gran circulación y que entre ellos se repartían. 

Eran tiempos de pobreza y los coches no solo no abundaban sino que tenerlo indicaba opciones económicas diferentes al resto, pero en el caso del Cartero y el Sereno, iban por todos los pisos solicitando esa propina anual, pues no era mucho el sueldo que cobraban.

Este es un ejemplo de aquella felicitaciones que dejaban por las casas. Cada familia entregada lo que buenamente podía.