Las tres consignas para seguir en el trabajo habitual


Decía Enrique Jardiel Poncela, que cuando el trabajo habitual no constituye una diversión, hay que trabajar lo indecible para divertirse.

En el trabajo pasamos muchas horas todos los años. Si es indefinido, claro. Si de los nuevos, es un sufrimiento mayor, pues trabajar tenemos que trabajar.

Pero en cuanto tengamos un trabajo tenemos que analizar con calma si nos llena, si es suficiente para vivir en dignidad y si nos gusta ir al trabajo.

Si algunas de estas tres pequeñas consignas no se cumplen, sin dejar el trabajo, debemos empezar a buscar otro. Ninguna de ellas si falta, es soportable.

En el trabajo tenemos que estar seguros y sentirnos tratados con dignidad.

Con el trabajo tenemos que poder vivir y ayudar a vivir a los que nos acompañan en la vida.

El trabajo tiene que gustarnos, tenemos que divertirnos lo suficiente, pues ocupa excesivas horas de vida.