Hay veces en los que la grandiosidad de la naturaleza nos empequeñece tanto que nos deja sin respuestas. No parece ser este el caso de algunos expresidentes españoles que en su perfecto y respetable derecho de opinión, dan palos a los que ocupan los puestos que ellos ocuparon antes.
Lo curioso es que ellos ya saben bien, incluso muy bien, lo que es estar en esas responsabilidades y tener que soportar las críticas feroces de los opositores.
Pero ahora es como si desearan vengarse de algo, o tal vez, es como si consideraran imbéciles a los que mandan ahora, en comparación a como eran ellos.
Podríamos hablar de la Guerra de Irak y sus armas peligrosísimas. O podríamos hablar del GAL y sus efectos en alargar el conflicto del terrorismo. Pero de entrada me callo.
Las nubes son a veces tremendas, incluso oscuras. Y los que entienden de nubes saben utilizarlas para meter miedo. Lo que no me queda claro, al menos a mí, es con qué objetivos quieren meter miedo en España.
Llevamos muchos años hablando de que España se va a trocear. El momento más peligroso lo tuvimos cuando gobernaba un tal Mariano y a los dirigentes de Cataluña se les ocurrió la idea de querer jugar al teatro.
Nadie duda de que la Historia no es fija ni inamovible. Pero de eso a tener que escuchar "miedicos" para asustar, va un gran trecho. Sería mejor que se hablara de soluciones y no de amenazas.