El impacto del turismo masivo en las ciudades: ¿Cómo afecta a su identidad y habitantes?


El aumento descontrolado de turistas está transformando nuestras ciudades en meros parques de atracciones o parques temáticos y turísticos, erosionando su autenticidad y desconectándolas de sus verdaderos ciudadanos. Si seguimos esta tendencia, estaremos fomentando empresas que, si bien pueden ser rentables a corto plazo, están desmantelando la esencia social de las ciudades.

Es crucial establecer límites tanto en el flujo turístico como en la afluencia constante de visitantes que solo observan temporalmente la ciudad. Tomemos ejemplos evidentes como el centro de Barcelona, París, Benidorm, Nueva York o Dubrovnik, que ilustran claramente esta problemática. Y desafortunadamente, esta lista de ciudades afectadas sigue creciendo.

Esta avalancha turística está logrando la desaparición de comunidades locales que las 24 horas del día, los siete días a la semana, cuidaban sus entornos urbanos. Aunque los turistas llenan el vacío, se está modificando por completo el tejido comercial, los servicios públicos y privados, así como los aspectos de seguridad activa y pasiva.

Estamos transformando una ciudad de barrios interconectados con un sistema social de cuidados diversos, en parques temáticos con necesidades y realidades totalmente distintas. 

En este nuevo escenario, lo prioritario no es el cuidado, la seguridad y la pluralidad, sino la diversión y el consumo desenfrenado dentro de horarios distintos, a menudo en guetos de jóvenes o turistas mayores, donde los servicios adoptan un enfoque completamente diferente.

Es imperativo que reconsideremos esta dinámica y encontremos un equilibrio para preservar la identidad y la autenticidad de nuestras ciudades, garantizando que los beneficios económicos no se logren a expensas de la esencia social y cultural que las define.