Ese tiempo es excesivo, muchas veces es además vacío. Como el día sigue teniendo 24 horas desde hace miles de años, dedicar al mundo digital 180 minutos supone restar 3 horas al resto de actividades. Si ese tiempos es en positivo y sirve para crecer, sería incluso positivo, pero si es tiempo vacío y repetitivo, estamos teniendo un problema.
A eso debemos añadir que tres horas de media cada día modifican la personalidad, la educación, el modo de entender la cultura, las relaciones con otras personas, y según los contenidos que se observa o consumen, gran parte de la construcción de la personalidad. Para bien y para mal.
La mayoría de la juventud considera que tener demasiadas relaciones online con otras personas es un factor que influye considerablemente en la soledad no deseada, así como estar demasiadas veces al día pendiente de las redes sociales.
Pero la juventud que se siente sola y no quiere estar sola, utiliza las redes sociales con una frecuencia muy similar a la que no se siente sola. El análisis multivariante muestra que la frecuencia en el uso de las redes sociales no es una variable significativa.
La intensidad en el uso de las redes sociales parece tener una mayor influencia, si bien tampoco resulta determinante. En cambio, sí muestra que las relaciones sociales presenciales son más frecuentes entre jóvenes que no sufren soledad que entre jóvenes que sufren soledad, especialmente las relaciones de amistad.
El porcentaje de jóvenes que se relaciona principalmente de manera presencial es mayoritario entre los jóvenes que no se sienten solos (79,8%), pero apenas supera la mitad entre los jóvenes que sí se sienten solos (55,9%).
El análisis multivariante confirma la significatividad de la importancia de la presencialidad de las relaciones para la soledad; de hecho, los jóvenes que tienen relaciones con amistades principalmente online o a distancia, tienen una probabilidad 2 veces mayor de sufrir soledad no deseada.
Por otra parte, el teletrabajo no muestra una relación con la soledad juvenil. El entorno de trabajo o estudio, es el ámbito en el que menos diferencias se observan entre los jóvenes que se sienten y no se sienten solos, en ambos grupos predominan claramente las relaciones de manera presencial.
Por otra parte, el teletrabajo no muestra una relación con la soledad juvenil. El entorno de trabajo o estudio, es el ámbito en el que menos diferencias se observan entre los jóvenes que se sienten y no se sienten solos, en ambos grupos predominan claramente las relaciones de manera presencial.
Haber repetido curso alguna vez sí muestra una relación con la soledad no deseada: la juventud que ha repetido curso alguna vez sufre una prevalencia de soledad no deseada 10 puntos superior a la que no ha repetido (31,0% frente a 21,3%). También se observa una relación con el abandono escolar temprano y con el rendimiento académico bajo.
Diríamos que el hecho de cambiar de Grupo de Amigos supone un corte social importante que sí afecta. Y que la Universidad o los Ciclos Formativos ayudan a crear nuevos Grupos de Amigos, que prevalecen.