“Si cerráis la
puerta a todos los errores, la verdad se os quedará fuera” - Tagore
La vida está llena de fracasos, de caídas y abandonos, pero curiosamente
no en todos los países se entiende igual la capacidad que tiene un fracaso para
aprender, para crecer o para hundirte.
En algunos países un fracaso significa un
intento fallido del que se aprende, una osadía de la que se sale fortalecido.
En otras sociedades supone la demostración de una incapacidad.
La verdad es que un fracaso nunca debe representar
la huida, la derrota, el abandono.
Un fracaso es la puerta por la que se entra en la siguiente oportunidad
o al menos la ventana por la que debe entrar aire nuevo y renovado.