Es fundamental aceptar y asumir esta realidad y prepararse para ella. Es crucial estar constantemente en formación para tener opciones diversas de recambio laboral y contar con una red de contactos amplia.
La pérdida del empleo puede depender de múltiples factores, algunos de los cuales están fuera de nuestro control. Sin embargo, la capacidad de formarse para afrontar este tipo de situaciones recae en nosotros mismos.
La formación en el siglo XXI debe ser continua, constante, amplia.
No me refiero solo a actualizar conocimientos, contactos o información, sino a expandir horizontes y crecer como individuos.
Se trata de convertirnos en alguien mejor formado, e incluso único a través de la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades. En cualquier selección de personal tus contrincantes serán los que estén mejor formados que tú.